Recién pasaron las elecciones legislativas y la campaña presidencial parece haber empezado. No sólo para los políticos, sino también para los medios, que parecen desesperados por decidir los candidatos. Incluso algunos ya parecen haber elegido (¿Grupo Clarín al Lole?) a su propio candidato.
Es cierto que algunos dirigentes salieron mejor parados que otros. Tal es el caso de Cobos en Mendoza, Reutemann en Santa Fe o Macri (con no muy alentador resultado en Capital pero fue uno de los artífices de la alianza ganadora en Buenos Aires). Scioli, Binner y Carrió, en tanto, al parecer quedaron debilitados. O al menos, no fortalecidos. Pero no hay que descartar toda una segunda línea de dirigentes, como Sanz, Aguad y Alfonsín (en el radicalismo), Solá o algún gobernador como Gioja o Alperovich (en el peronismo), que puedan meterse en la pelea.
Lo importante son dos cosas. Primero y principal, todavía faltan más de dos años para las elecciones presidenciales. Mientras tanto hay un país con graves problemas por resolver. A eso deberían estar abocados los políticos. Además, nadie sabe lo que puede pasar de acá a dos años. Un año atrás nadie hubiese pensado en Cobos como presidenciable.
Por otro lado, y no por eso menos importante, la vida interna de los partidos o alianzas tiene que existir. Armar plataformas serias, con debates profundos, llegar a consensos respecto a un programa de gobierno, es lo que tienen que hacer los partidos. Una vez definido eso, tienen que ver como eligen a su candidato: con internas (abiertas o cerradas), a través de un congreso partidario, o a dedo (opción no recomendada por este blog).
Durante estos dos años, más que los nombres, la gente tiene que analizar lo que hacen los partidos. ¿El Acuerdo Cívico y Social, con la Coalición Cívica, la UCR y el Socialismo, logrará mantenerse unidos? ¿El Frente para la Victoria desaparecerá? ¿El PJ terminará todo unido? ¿El PRO, o Unión PRO, irá solo o será parte del peronismo? Y sobre todo, ¿definirá cada partido un programa serio y a largo plazo de gobierno? ¿Es mucho pedir?
5 comentarios:
Yo no creo que sea tan grave que los candidatos tengan más peso específico que los partidos de los que son parte. Sin ir más lejos, en elecciones pasadas candidatos radicalmente opuestos unos a otros han sabido llevar la bandera de su partido a pesar de contar con plataformas electorales o principios ideológicos sumamente diferentes ente sí.
Las internas de los dos partidos más importantes en los EEUU muestran como en definitiva la existencia de partidos no garantiza una unidad o una coherencia entre sus propios candidatos, por lo que elegir candidatos antes que partidos no parece en sí mismo un defecto mayor, o acaso no fueron muchos los afiliados demócratas que prefirieron votar por McCain antes que a Obama?
Por otra parte, acabo de ver el recuadro del costado con la mención al golpe de estado en Honduras. Estoy de acuerdo en que no debería pasar desapercibido... pero así chiquito donde lo puso el periodista lamentablemente pasa desapercibido....
No suelo comparar la situación argentina con la de Estados Unidos, porque viven realidades distintas. Un afiliado a un partido puede terminar votando a otro porque su candidato no lo convence. Pero lo importante es que ese candidato represente una idea y un programa. En Estados Unidos pudo haber pasado lo que decís, pero también pasó que Hillary compitió en internas con Obama y después formó parte de su gobierno. Eso es producto de la existencia de partidos políticos sólidos y fuertes, cosa que acá no existe y por eso a veces dos candidatos dicen representar al mismo partido pero con posturas antagónicas.
Lo de Honduras está arriba de todo, chicanero.
Estoy de acuerdo con vos en que "la vida interna de los partidos o alianzas tiene que existir. Armar plataformas serias, con debates profundos, llegar a consensos respecto a un programa de gobierno, es lo que tienen que hacer los partidos" pero con qué objetivo?
La gran mayoría del electorado argentino no vota propuestas, plataformas o capacidad de consenso, vota caras, gestos, un afiche, una frase o -por que no- al que le da un chori (u otro beneficio concreto).
Le estás pidiendo a esa gran porción de electorado un ejercicio intelectual que no está dispuesto a hacer porque simplemente no quiere o que tal vez nunca pueda por incapacidad heredada, cultural o simplemente limitaciones para llevar ideas a ese nivel de abstracción.
Ojalá alguna vez no sea así, pero con cada elección y sus resultados o consecuencias, uno ve que la historia es muy resistente a cambiar.
Es cierto que la mayoría del electorado no vota propuestas. Pero lo ideal sería que los partidos sean responsables y las tengan. Si después, como estrategia, eligen la mejor cara,bienvenido sea. Pero esa cara va a tener todo un respaldo detrás.
Haciendo referencia al mensaje de martín creo que el tema Honduras mas allá de lo "politicamente correcto" de no dejarlo pasar desapercibido y nombrarlo, es un proceso muy interesante políticamente para analizar. Ver cómo los sectores mas poderosos de la sociedad hacen lo imposible por querer hacer "democratico" y "constitucional" un golpe de estado, da escalofrios realmente...
Así que gaby te invito a que hagas una reflexion che!
Por el tema de de los partidos y los candidatos. Me parece que es realmente una pena que un candidato valga mucho mas que un partido, por lo menos con el desequilibrio en que hoy se da este fenomeno.Quiza el problema no es que el candato sea tan importante, sino lo desprestigiados y obsoletos que hoy son los partidos.
El partido es el potencial lugar donde pueden formarse cuadros de dirigentes, pensar el pais a futuro, etc etc. hoy solo funcionan (todos, todos) como clubes electorales.
Las internas son el mecanismo para que los candidatos de un mismo partido compitan por imponer su proyecto, y que no haya este circo de elecciones - internas.
abrazo
juani
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