LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

lunes, 28 de junio de 2010

Plebiscitar o no plebiscitar...

Ayer, el diario La Nación, que tiene una postura crítica respecto al matrimonio gay, informó en su título de tapa que la Iglesia reclama la realización de un plebiscito para definir sobre este tema. Es una propuesta ya escuchada de boca de muchos políticos o dirigentes. Todos ellos, curiosamente, se oponen al proyecto.
La iniciativa, sin dudas, suena tentadora. ¿Cómo no permitir que el voto de todos los argentinos defina una cuestión tan espinosa? ¿Qué más democrático que eso? Y ahí está el eje de la discusión. La democracia se supone que permite, a través del voto, que "gobierne" el pueblo. La mayoría define el rumbo que debería seguir un país. Pero las minorías, también pueden expresarse.
Ahora bien, ¿es aceptable que el voto de la mayoría termine siendo perjudicial para las minorías? En cuestiones de derechos (el matrimonio es un derecho al cual los gays también deberían acceder) no se puede hacer votaciones que signifiquen un juego de suma cero. Es decir, no puede ser a todo o nada. Son las leyes las que tienen que garantizarle a las minorías las mismas oportunidades que a la mayoría. ¿Cuántas minorías se hubiesen quedado sin sus derechos si estos hubiesen sido plebiscitados?
Si plebiscitar o no plebiscitar es la cuestión, mi postura es no plebiscitar. Los gays existen. Los gays que conviven existen. Los gays que son padres existen. Los gays que adoptan (como solteros) existen. Y no le están haciendo ningún mal a nadie. Daño hacen, en todo caso, los retrogrados que no aceptan las diferencias, y apelan a las mayorías para sepultar a las minorías. ¿No?

lunes, 21 de junio de 2010

¿Y si no es candidato?


Parecería ser que el único candidato a presidente que todos dan por seguro es Néstor Kirchner. ¿Por qué todas los espacios parecen dudar todavía sobre su candidato definitivo pero en cambio el kirchnerismo ya lo tendría definido? ¿Ya es seguro que Néstor va a ser candidato?
Veamos los escenarios:
1. Si Néstor dice que no va a ser candidato, se transforma casi automáticamente en un cadáver político. Todos, absolutamente todos, desesperados por transformarse en los sucesores del kirchnerismo. Y además, con los efectos negativos que tendría sobre la gestión de Cristina, que se transformaría automáticamente en un pato rengo, calificación que se usa en ciencia política para definir a los presidentes que afrontan el final de su gestión sin posibilidad de ser reelectos. Conclusión: difícilmente Kirchner diga que no va a ser candidato, por lo menos hasta el final del mandato de CFK.

2. Como se repite una y otra vez, Kirchner aspira a alcanzar en las elecciones de 2011 el 40% de los votos y sacar más de 10% de ventaja sobre el segundo. Así, evitaría un ballotage, que parece improbable que lo muestre triunfador. A Kirchner le pasa, quizás en menor medida, lo que le pasaba a Menem en el 2003. Puede ganar una primera vuelta, pero difícilmente supere el 50% en una segunda.
Conclusión: los Kirchner van a trabajar fuertemente durante el próximo año y medio para recomponer su imagen y para dividir a la oposición. Según las encuestas, en el peor momento, la imagen positiva de los K giraba en torno al 20%. Hoy estaría en torno al 30%. La división de la oposición, en tanto, le daría más chances de sacar 10 puntos de ventaja.

3. La imagen de Néstor estaría en torno al 30%, pero no siempre eso se traduce en intención de voto. La mayoría de las encuestas lo ubica en 20% o menos cuando se analiza la intención de voto. Gana en casi todas las encuestas, pero contra candidatos que todavía no se lanzaron ni se instalaron como él. Considerando que en su mejor momento, en el 2007, Cristina sacó poco más del 45% de los votos, parece improbable que Kirchner alcance los 40%, tras el fuerte deteriorio que sufrió su imagen en los tres últimos años. Vale recordar que en el 2007 el kirchnerismo tuvo un amplio apoyo rural. Ese voto, es prácticamente imposible que lo recuperen. Además, perdieron en las grandes ciudades del país. Ruralismo y grandes ciudades en contra es un panorama por lo menos oscuro.
Conclusión: Es muy difícil que gran parte de los gobernadores e intendentes que hoy acompañan a Kirchner, en especial por su necesidad de fondos, terminen acompañando a Néstor. Es sabido, los peronistas acompañan a sus líderes hasta la puerta del cementerio. Hoy, pocos se animan a decir que el cementerio está al final del camino de Kirchner. Hay más bien dos caminos: la resurrección milagrosa o el cementerio. Si el año que viene se ve que el camino es el segundo, pocos lo van a acompañar hasta el final. Si esto pasa, Kirchner no sólo va a estar lejos del 40%, sino que tendrá que hacer esfuerzos para consolidar el 20%.

4. La estrategia, entonces, también puede ser consolidarse políticamente para quedar como jefe de la oposición en caso de perder. Para eso tiene que mantener una estructura grande del peronismo detrás de su candidatura o de un delfín. Pero para que esto ocurra, no tiene que darse lo expresado en el punto anterior. Muchos mandatarios reconocen que su alianza con Kirchner se sostiene por la necesidad de fondos que tienen. Si no les puede garantizar eso, habrá que ver si quieren seguir tomándolo como un líder.

Hoy pienso que Néstor puede llegar a no ser candidato. Pero la política de este país siempre da sorpresas. Además, Kirchner ya demostró que no es un político común y corriente, y que es capaz de cualquier cosa con tal de conservar el poder. Habrá que esperar. Y no desesperar.

jueves, 3 de junio de 2010

El partido de Ricardito


Después de un mes de reposo, vuelve La política no muerde. Justo en una semana donde el radicalismo, gran parte de la oposición e, indirectamente, también el peronismo, van a estar siguiendo atentamente lo que pase en las internas bonaerenses del radicalismo. El próximo domingo, 6 de junio, se enfrenta la línea interna de Ricardo Alfonsín y la conducción histórica del partido en la Provincia, liderada por Leopoldo Moreau y Federico Storani. Estos últimos, van en alianza con el intendente de San Isidro, el ex radical K Gustavo Posse, y con la mayoría de los dirigentes del cobismo en el distrito (todos ellos también ex radicales K).
La elección, que en los papeles es una mera interna donde se definen autoridades partidarias, se nacionalizó y puede tener importantes efectos en la disputa por las candidaturas presidenciales para el 2011. ¿Por qué?:
  • La interna quedó enmarcada en la disputa que están llevando adelante Julio Cobos y Ricardo Alfonsín por quedarse con la candidatura presidencial de la UCR, a pesar de que ambos dicen que no es momento para hablar de candidaturas.
  • Cobos se declara prescindente, pero los cobistas están militando con Moreau y Storani, que además son de los dirigentes del partido que con más fuerza impulsan la candidatura del vicepresidente.
  • De ganar Alfonsín, significará un impulso importante para su postulación. Caso contrario, se verá afectado. Sin embargo, algunos alfonsinistas creen que una derrota por poco, frente al aparato de Moreau y Storani (sobre el que cayeron denuncias de irregularidades en el proceso) también lo puede beneficiar. Y además perjudicar a Cobos por quedar pegado a ellos.
  • Para la Coalición Cívica de Carrió y el Socialismo los efectos de la elección son importantes. En los dos partidos ven con reticencias la figura de Cobos (más Carrió que el socialismo). La figura de Alfonsín da más posibilidades de que se vuelva a generar el Acuerdo Cívico y Social, con la UCR, la Coalición y el Socialismo juntos (con otros partidos como el Gen de Margarita Stolbizer). Una derrota del hijo del ex presidente, si sepulta sus aspiraciones presidenciales, dejaría casi sin chances la reedición de ese armado.
  • Para el kirchnerismo la elección tampoco pasa desapercibida. Sectores del cobismo aseguran que con tal de perjudicar a Cobos, los Kirchner están haciendo lo posible para favorecer a Alfonsín. Es una lectura posible. Sin embargo, una victoria de Cobos tendría como posible consecuencia una mayor dispersión en la oposición, lo que imaginando escenarios en el 2011 beneficia a Kirchner. Por el contrario, la victoria de Alfonsín y la unificación de la oposición no peronista, significaría un riesgo para las chances del ex presidente y actual diputado.
El alfonsinismo espera que muchos afiliados que se alejaron del partido vuelvan a votar para desbancar a Moreau y Storani. "Aparato contra aparato perdemos", confiesan. Creen que en el interior ganan cómodos, pero saben que el conurbano será clave. Los históricos dirigentes se muestran confiados, confían en su estructura y en el aporte que Posse realizará en la primera sección electoral (el norte del conurbano). El resultado está abierto. Es el partido de Ricardito, pero que los de palo, los de afuera, van a seguir con especial atención.