LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

martes, 29 de septiembre de 2009

¿Modelo de periodismo?

El domingo disfrute por la TV Pública del triunfo de Independiente sobre Racing. Y hasta por momentos me emocioné y sentí que regresaba a mi más tierna infancia al escuchar al insufrible de Marcelo Araujo.
Sin embargo, un par de cosas alteraron la tranquilidad con la que estaba mirando el partido (bah, el segundo tiempo lo sufrí...). Primero, las constantes publicidades oficiales transformaron la transimisión en un pasquín del Gobierno. No estoy en contra de que un Gobierno publicite sus actos, pero debe haber un límite. A la larga, la gente tiene que darse cuenta de los cambios por los hechos, y no por las palabras. Además, es peligroso cuando la publicidad es engañosa, a saber: se promociona el Plan Federal de Viviendas (hay provincias que tuvieron que terminar la primera etapa con fondos propios y la segunda etapa tiene niveles de ejecución mínimos) y se habla del Plan Energético (todos los especialistas en la materia advierten que el sistema energético está el borde del colapso).
Pero lo que más me llamó la atención llegó en el entretiempo. "Notisocial", anunciaba la pantalla, y pensé que era un flash de la TV Pública. Para mi sorpresa, se trataba de una imitación de un noticiero común y corriente producido por el Ministerio de Desarrollo Social, que lidera Alicia Kirchner. "Una forma diferente de ver las cosas", aseguraron los conductores después de presentar una nota sobre un programa social del Gobierno. Difícilmente en el Notisocial pasarían la noticia de que el último plan de empleo social, presentado por la Presidenta, no arranca y ya tiene denuncias de manejos clientelares de los fondos.
Es el colmo de la publicidad oficial; ahora se disfraza de periodismo. Parecería ser que ese es el modelo de periodismo que quieren los Kirchner, aquel que sólo da buenas noticias, aquel que remarca todo lo que hace bien un Gobierno. Pero se equivocan, el periodismo puede dar buenas noticias, pero está obligado a tener un espíritu crítico, a dudar de hasta la mejor noticia. Y el beneficio no sólo lo tienen los lectores, oyentes o televidentes, sino también el propio gobierno, que debe esforzarse para hacer las cosas bien.

lunes, 28 de septiembre de 2009

“Ser presidente no está dentro de mis planes”, dice Binner

—Afronta sus primeras elecciones provinciales siendo gobernador. ¿Cómo lo puede afectar la votación del socialismo a favor de la Ley de Medios?
—Nosotros votamos siempre a conciencia. Y con una responsabilidad que está respaldada por una coherencia. El socialismo viene planteando la necesidad de tener una nueva Ley de Medios que supere a la ley actual, basada en la doctrina de seguridad del Estado que luego fue reformada por concepciones neoliberales. Particularmente, en la provincia de Santa Fe nosotros necesitamos medios de comunicación que nos integren. No tenemos ni un solo medio que llegue a toda la provincia.
—Pero, ¿pueden perder votos?
—Sí, puede afectarnos, pero nosotros no podemos elegir los tiempos. Igual no creo que sea algo determinante.
—Recibieron muchas críticas, como de Solá, que habló del uso de la chequera a cambio de votos, y Reutemann, que dijo que el pacto con el kirchnerismo en realidad era de ustedes.
—Bueno, realmente es sorprendente, porque todos los que acordaron con todas las leyes del menemismo, y después durante cinco años acordaron con todo lo que les propuso el kirchnerismo, ahora son los dueños de la inocencia. Yo creo que del socialismo se podrán decir muchas cosas menos que recurramos a un pacto.
—¿Y la necesidad de fondos que tiene la provincia, de la chequera, es algo que pudo influenciar en la decisión?
—En realidad nosotros estamos en la Corte Suprema reclamanado por los derechos de Santa Fe, por 4 mil millones de pesos, porque hemos agotado la vía administrativa. Es una respuesta incontrastable con esas acusaciones.
—¿Usted se ve como candidato a presidente?
—Me causa gracia este tema, porque la verdad que no sé si es poco creíble, pero me preguntan siempre y ya no sé qué responder. Porque nosotros tenemos la preocupación en la provincia de Santa Fe, que tiene una gran posibilidad de transformación. Ser presidente no está dentro de mis planes.
—¿En el Acuerdo Cívico la rama radical del cobismo es la más fuerte para acercarse?
—Yo diría que más que con la rama de Cobos, es con el partido radical. Siempre nos interesa movernos institucionalmente y no con sectores.
—Elisa Carrió lanza su partido la semana que viene. ¿Lo ve dentro de la alianza?
—Eso dependerá de la alianza en su todo y del partido que genere Carrió en particular. Hay que aprovechar todas las fuerzas que tiene el país para generar una política nueva.
—¿Hoy se puede pensar en una fórmula Cobos-Binner?
—Yo creo que tenemos que imaginarnos una fórmula aceptada por los partidos.
—¿Y cuál sería la mejor?
—No pienso en nombres, sino en una fórmula que esté sustentada en los partidos. Y tienen que cumplir algunos requisitos, como respeto a las leyes, a un país federal, con seguridad jurídica, viendo cómo tener políticas claras para reducir los niveles escandalosos de pobreza.
—Por las charlas con Cobos, ¿considera que coinciden en gran parte de las ideas?
—La verdad es que mucho no hemos charlado.
—Se habló de Binner vice de Kirchner y vice de Cobos, ¿cuál es más verídica?
—Ninguna de las dos, pero la primera de todas es imposible, porque nosotros tenemos otra forma de trabajar.
—¿Las diferencias con el kirchnerismo son de estilo, de formas de gobernar, o son de fondo, de concepciones ideológicas?
—Son de fondo. Pero nuestra posición no es de blanco o negro. Creo que ésta es la democracia que debe funcionar. No porque a uno no le guste un resultado se va de la sesión. Esta es la democracia; si no, podemos criticar mucho lo de Honduras, pero damos la posibilidad de que esto ocurra aquí.
—¿De qué forma se puede dar aquí?
—Hemos escuchado algunos versículos por ahí, vinculados a un posible recambio anticipado. Creo que esto sería un desastre para nuestra democracia.

La familia de Jenefes: peleas por dinero y política, con vínculos en el caso Skanska

El grupo Visión Jujuy tiene el Canal 7, AM 630, FM 97.7, Radio Perico, Radio Libertador, Codivisión, el hotel Howard Johnson Plaza Jujuy y la Finca Fruitland. Aunque el grupo está manejado por la esposa del senador, Eulalia Quevedo Carillo, sus hermanos Teresa y Marcelo la enfrentan en los tribunales por maniobras fraudulentas para quedarse con el poder. Para los medios locales, el senador fue el padrino político de Néstor Ulloa.

Guillermo Jenefes está en el centro de la escena por su rol en el tratamiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en el Senado. Es el presidente de la comisión cabecera y su voto, aún en duda, es clave en tres de las cuatro comisiones que debaten. Sin embargo, su vínculo directo con un grupo de multimedios en Jujuy es lo que lo deja en el centro de la polémica.
El grupo Visión Jujuy tiene el Canal 7, AM 630, FM 97.7, Radio Perico, Radio Libertador, Codivisión (un circuito de televisión codificada), el hotel Howard Johnson Plaza Jujuy y la Finca Fruitland. Además, tiene unas 15 repetidoras por Jujuy y Salta, por lo que la ley lo perjudicaría. La familia Jenefes (por su mujer, Euladia Quevedo Carrillo) está vinculada también a la industria tabacalera. De hecho, Jenefes es miembro de la Cooperativa del Tabaco de Jujuy y su hijo Pablo es miembro de la Cámara del Tabaco.
El multimedios pertenecía al suegro de Jenefes, Marcelo Quevedo Cornejo. Luego de su muerte, los tres hijos se quedaron con las acciones: Eulalia (37%), Teresa (31%) y Marcelo (26%). En la actualidad, Teresa y Marcelo están enfrentados judicialmente con Eulalia, por las supuestas movidas fraudulentas que realizó para quedarse con acciones de la primera.
El propio Jenefes fue presidente del grupo Visión por lo menos hasta fines de 2006. Y cuando se lo consulta por la posible incompatibilidad para tratar la Ley de Medios, él no niega su estatus de empresario periodístico. Incluso, Jenefes fue directivo de la Asociación de Teledifusoras Argentinas (ATA), que se opone fuertemente a la ley. Hoy en su lugar está Juan Jenefes, uno de sus hijos, que también ocupa un cargo en la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA).
El enfrentamiento entre Marcelo Quevedo y Jenefes no sólo es judicial. Políticamente hoy están en veredas opuestas: Quevedo fue electo concejal por la lista de Carlos Snopek, enfrentado a Eduardo Fellner, caudillo del espacio de Jenefes. Sin embargo, todos tienen un vínculo con el caso Skanska. Jenefes y Fellner, según medios provinciales, eran “padrinos” de Néstor Ulloa, titular de Nación Fideicomisos, implicado en el caso de corrupción. Y Ulloa colocó como directivo del Nación a Quevedo, su primo.
La Ley de Medios no es la primera que enfrenta al senador oficialista con el Gobierno. En 2007 el entonces ministro de Salud, Ginés González García, acusó a Jenefes de ser el principal lobbista en la Cámara alta en contra de la Ley Antitabaco. El argumento que utilizó para no excusarse de participar en la votación es similar al que repite ahora: “Es como si un médico se abstuviera de votar una ley sobre salud, o como si un maestro se abstuviera de votar una ley sobre docentes”.
Ahora, cuando le toca debatir la nueva Ley de Radiodifusión, Jenefes se encuentra en una situación comprometida como entonces: es multipropietario de medios pero entiende que tiene que participar del tratamiento de la norma porque, según él, no existe conflicto de intereses.

Buzzi y De Angeli: “Nosotros no competimos por la misma novia”

(Diario Perfil, 27.9.09)
En el marco del Congreso Anual de la Federación Agraria Argentina, en el que Eduardo Buzzi resultó reelecto para un nuevo mandato, PERFIL entrevistó juntos a su titular y al líder de los agrarios enterrianos, Alfredo de Angeli. Aunque no son amigos, se respetan, y está claro que tienen estilos diferentes. Dos caras de un liderazgo.
—En este congreso pareció que hubo una unidad más fuerte entre ustedes, ¿qué cambió?
BUZZI: Es que en realidad lo que hubo fueron diferencias ante aspectos puntuales. En el último tiempo hicimos un pacto de que cuando tengamos diferencias lo discutamos por teléfono y no más por los medios. Si no es una concesión al kirchnerismo, gratis. Y a los productores les cae mal. Los gauchos en los pueblos me dicen: “No te pelees más con De Angeli”.
DE ANGELI: Sí, la gente ve como un complemento. Dice: “Vos sos el tosca, el que está arriba, y Eduardo es un tipo que explica bien, que tiene muy buena dialéctica”, y yo para nada.
—¿Las diferencias son de estilo o de fondo?
B:
Son circunstancias donde ante un hecho hay criterios o formas de reaccionar diferentes. Y hay otras cuestiones que por ahí son un poco más de fondo, como con las AFJP. Ahí tuvimos un criterio distinto, que es un tema ya más filosófico.
DA: No sé si es filosófico, porque yo me explico mal y me entienden peor. Fui a prevenir el manotazo y muchos entendieron que fui a defender a las AFJP. Hoy con la Ley de Medios salís a criticar y te dicen que estás con Clarín, y no es así. Pero no querés que hagan otro enchastro.
B: De todos modos, es tan grave lo que está pasando como país, tan grave el nivel de crispación, que nosotros no podemos tener grietas. Y además no estamos compitiendo por la misma novia. La novia de él le da bola a él...
DA: Y... sí (risas).
—¿Y qué tiene que hacer el campo a partir de ahora?
B: Creo que la Mesa de Enlace, pasada la Ley de Medios que hoy ocupa el centro de la escena, tiene que retomar la iniciativa, marcando el contraste de lo mal que se hacen las cosas, por un lado, y lo que se necesita, por el otro. Y el 10 de diciembre es una fecha en la que hay que movilizar, respaldando a los legisladores que entran y pidiendo por lo que falta.
—¿Y De Angeli puede estar de nuevo en las rutas?
DA:
No. Yo no quisiera volver nunca más a las rutas, y muchos productores tampoco. Sería enfrentarse con otros sectores y alimentar a los Kirchner. Pero si te llega la necesidad es muy probable que, si la mayoría quiere, no quede otra que ponerse al frente.
—La Mesa de Enlace generó visiones críticas en la FAA.
B: Hay debate, por supuesto. Ahora, ocho de cada diez productores te dicen que la Mesa de Enlace tiene que continuar. Que hay alguna minoría que dice que hay que irse es cierto, pero nosotros nos manejamos por las mayorías. Y, por otro lado, las diferencias con la Sociedad Rural existen, pero hay acuerdos básicos que se respetan. Y se trabaja sobre las coincidencias.
—¿Y corre riesgos la identidad de la FAA?
DA: No, para nada. La Mesa de Enlace se conformó por la tiranía de los Kirchner. Y mientras tengamos objetivos en común, vamos a estar juntos. Pero también hubo transformaciones. Hoy los otros presidentes te pueden hablar de los pequeños y medianos productores, cosa que antes no hacían.
—¿Es difícil para ustedes compartir el protagonismo?
B:
No voy a negar que hay momentos en los que si se desdibuja el rol del presidente y esas cosas... Pero hay que saber admitir que los protagonismos son importantes, son un instrumento del proceso colectivo.
DA: Yo a Eduardo lo respeto, él es mi presidente. Y yo trato de no perjudicar en nada. Puedo cometer errores, pero jamás voy a estar buscando un espacio, y menos para ponerme delante de él.
—De hecho, se refiere a él como presidente.
DA:
Sí, es mi presidente.
B: Este fuma abajo del agua (risas).

sábado, 26 de septiembre de 2009

Buen síntoma: Pinocheletti y el iraní en contra


Más allá de que la política internacional desarrollada por el kirchnerismo durante estos seis años deja mucho que desear (o incluso se podría decir que es paupérrima), esta última semana Cristina Kirchner recibió duras críticas de otros dos presidentes que conviene tenerlos lejos.
Los acusadores en cuestión son el presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, y el nefasto líder iraní y negador del holocausto, Mahmud Ahmadinejad. El primero conduce un golpe cívico militar que derrocó a Manuel Zelaya, quien logró regresar y se encuentra hace días refugiado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa. Mientras tanto, el ejército reprimió a los manifestantes que apoyan a Zelaya (incluso los encerró en un estadio, bien al estilo Pinochet) y tiene cercada la embajada (se lo acusa de lanzar gases al interior y limitar el ingreso de víveres). Pinocheletti, como se le dice a Micheletti en Honduras, acusó a Cristina de haber tratado "groseramente" a su país y dijo que hubo "injerencia y falta de respeto". Le recrimina su apoyo a Zelaya y sostiene que el gobierno argentino sabía de la intención del depuesto mandatario de regresar al país.
El presidente iraní, en tanto, le constestó a la Presidenta, que ante la ONU le había reclamado que su país extradite a los funcionarios imputados en la causa que investiga el atentado contra la AMIA. "Queremos aconsejarle al Gobierno argentino que en vez de cumplir con el interés de una minoría sionista busque el interés y beneficio para todos", aseveró Ahmadinejad.
Durante estos años, el Gobierno se caracterizó por acercarse a Chávez (amigo de Ahmadinejad), pelearse con Uruguay y aislarse del mundo. De todas formas, que Pinocheletti y el nefasto iraní estén de la vereda de enfrente es, por lo menos, un buen síntoma.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Qué pasa si...

Analizar lo que puede pasar en la política argentina es una tarea cada vez más difícil. "¿Y... para vos cómo sigue esto?", me preguntó ayer un conocido. "¿Qué cosa, la ley de medios o todo en general?", dudé. Y ahí me di cuenta que la importancia que se le está dando al debate de la nueva ley de radiodifusión, como si fuese una final del mundo (algo verdaderamente importante...), indica que lo que pase en la votación del Congreso va a ser crucial para la respuesta de "cómo sigue esto". Vale aclarar que el debate es importante, pero no para que sea de lo único que se está hablando en estos momentos.
Entonces, hagamos el juego de arriesgar "cómo sigue esto".

OPCIÓN A: Esta semana la Cámara de Diputados le da media sanción al proyecto de ley y pasa al Senado. Allí está un par de semanas, trabajosas, con muchas operaciones de por medio, dudas, incertezas, votos que van y vienen, rumores que hacen lo mismo. Hasta que finalmente también lo aprueba el Senado. Gran triunfo para Kirchner y compañía, que le da impulso para seguir adelante con otras transformaciones vitales para los ciudadanos y las ciudadanas. Para seguir consolidando el modelo.
El problema va a surgir a partir del 10 de diciembre (en realidad es más probable que sea en marzo), cuando la oposición tenga mayoría en el Congreso y decida dar vuelta atrás muchas transformaciones, entre esas los puntos controvertidos de la ley de medios. El veto presidencial, entonces, volverá a ser protagonista. Y la política va a estar en estado de tensión permanente.

OPCIÓN B: Esta semana la Cámara de Diputados le da media sanción al proyecto de ley y pasa al Senado. (Como verán el resultado en Diputados no me parece que, salvo sorpresas de último momento, corra riesgos). En la Cámara alta se estanca, pasa por varias comisiones gracias a la decisión de Cobos. Varios senadores oficialistas dudan. Algunos por la presión de sus gobernadores, otros por la influencia de Clarín, y alguno para cuidar sus propios medios. Finalmente, otra noche fatídica para los K en el Senado. La ley se cae, con o sin voto no positivo de Cobos.
Ahí el escenario se vuelve prácticamente imperceptible. Pero supongamos que estalla la furia de los K. Despotrican contra los traidores. Denuncian que no los dejan gobernar. Y pegan el portazo. "Que gobiernen Cobos y Clarín", escupe Kirchner. Pero como sería antes del 10 de diciembre, el vice no puede concluir el mandato, por lo que tiene que llamar a elecciones anticipadas, donde Kirchner buscaría revalidarse.

También puede haber otras opciones, un poco más racionales y pacifistas. Pero no es a lo que la política argentina nos tiene acostumbrados. ¿Cómo seguirá esto?, es muy difícil saberlo. Lo único que se es que el final de la Opción B es obra de mi imaginación. Es sólo parte de un juego, y muy difícil que se concrete. ¿No?

PD: Este texto fue escrito antes de que Cristina anuncie que las telefónicas no podrán ingresar al mercado de la radiodifusión. Eso, por suerte, genera que la Opción B esté más lejos que nunca.

Los lilitos contra Cobos

Todos forman parte del Acuerdo Cívico y Social, alianza que armaron la UCR (ya con el cobismo adentro), la Coalición Cívica y el Socialismo para las elecciones del 2009. Pero la relación entre los cobistas y los lilitos, o, mejor dicho, entre Cobos y Carrió, no augura un buen destino a ese armado.
Después de las elecciones, las acciones del vicepresidente como líder en ese espacio crecieron exponencialmente. En desmedro, principalmente, de Carrió. Hoy, gran parte del espectro político lo ve a Cobos como el principal candidato a presidente. Y cuando eso pasa, es lógico que muchos empiecen a alinearse detrás de él.
En el radicalismo hay varios que todavía no quieren caer en un apoyo directo a esa candidatura. Gerardo Morales a la cabeza. Prefieren que la UCR condicione a Cobos, y no viceversa.
Pero quienes mayor empeño están haciendo en distanciarse del mendocino son los miembros de la Coalición Cívica (sin contar a Stolbizer que ya está con un pie afuera). La primera fue la propia Carrió, quien anunció que "nunca votaría a Cobos, ni en una segunda vuelta". Más tarde, un diputado lilito ratificó que el Acuerdo Cívico y Social tenía que ser una alternativa y republicana, y que Cobos "no representa ninguna de las dos". Y condicionó el futuro del ACyS a que no lo lidere el vice. "Puede estar, pero no liderando", dijo.
Después vino la reunión de Cobos con referentes de la oposición, como Macri, De Narváez y algunos radicales. Ninguno de la Coalición fue. "No era institucionalmente correcto, se dialoga en el ámbito parlamentario y no en la oficina de un ministo ni de un vicepresidente", palabras más, palabras menos, explicó el diputado Adrián Pérez.
Ahora estalló el escándalo de "la mafia de los medicamentos" y su vinculación con el financiamiento de la campaña presidencial de Cristina. El diputado Fernándo Sánchez, lilito de pura cepa, cada vez que habla del tema hace referencia a "la campaña de Cristina Fernández de Kirchner y Julio Cobos". No es inocente el comentario; busca herir al principal adversario político que tiene hoy Carrió (aparte de Kirchner). En defensa del vice se puede decir que él no era responsable del financiamiento de la campaña. Pero la duda sería: ¿No sabía Cobos con quién se estaba juntando? ¿Se puede hacer el sorprendido ahora de que una mafia financió su campaña?

viernes, 11 de septiembre de 2009

Cuando el Ejecutivo ignora al Legislativo

Que los poderes del Estado son independientes ya todos los políticos lo saben (o deberían). Lamentablemente, hace años el Legislativo trabaja como una dependencia del Ejecutivo. Los diputados y senadores no pudieron (o algunos, quizás la mayoría, no quisieron) tratar proyectos de ley de importancia.
Proyectos que andan dando vuelta por las comisiones, son cajoneados y nunca ven la luz hasta que de golpe el Ejecutivo envía uno similar. Y allí parece que se acordaron del tema. Claro está que la responsabilidad la tiene el bloque mayoritario del Congreso, que en este caso es el kirchnerismo.
Hoy, Cristina envió al Congreso un proyecto para eliminar el delito de calumnias e injurias para los periodistas. Es una gran noticia. Pero sorprende la hipocresía de los propios oficialistas, como el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, que elogia la movida cuando en realidad ya existían varios proyectos en el mismo sentido. Inclusive, había uno, de Marcela Rodríguez (de la Coalición Cívica) que estaba siendo analizado por la comisión de Legislación Penal y tenía la firma de diputados de casi todos los bloques, tanto del oficialismo como la oposición.
El Ejecutivo así ignora lo que pueden hacer los miembros del Legislativo, y toma como válido solamente lo propio. Pero además, hay muchos integrantes del Congreso que parecen disfrutar el ser ignorados, en lugar de defender y revalorizar lo hecho por los diputados y senadores.

viernes, 4 de septiembre de 2009

La libertad de extorsión de las mineras

La minería, salvaje y descontrolada, fue, es y, al parecer, seguirá siendo un problema en la Argentina. Negocio multimillonario, sin retenciones y hasta a veces con excenciones, contaminante y destructivo. Eso es la minería hoy en el país. Todo gracias a la desidia (y en muchos casos connivencia) de los gobernantes.
La minería debe seguir existiendo, porque es una industria importante. Pero tiene que estar regulada, controlada y debe dejar amplios beneficios a las arcas nacionales y provinciales.
En Argentina, como en tantos rubros, los únicos perjudicados son las cuentas públicas y los habitantes de las regiones explotadas. Los beneficiados: las empresas extranjeras y varios políticos involucrados. Que además tienen el peso suficiente para presionar a un/a presidente/a para que vete una ley que protegía los glaciares porque las mineras se veían perjudicadas.
Les dejó aquí un video de Conciencia Solidaria, una agrupación que lucha contra este mal.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El colmo de la desconfianza: ni malo conocido, ni bueno por conocer

Avanza el debate por la ley de servicios de comunicación audiovisual, más conocida como de radiodifusión o ley de medios o ley de medios K o ley K para controlar a los medios o la ley de la democracia, etcétera. Y por ende siguen decantando las ideas.
Como se dijo en el primer post, ni Clarín ni el Gobierno son de fiar. Por eso hay que poder pararse en un punto intermedio, que a mi entender es el de saber que una nueva ley es más que necesaria, pero eso no quiere decir que se tenga que sacar cualquier ley.
No es cierto que este Congreso no puede dar el debate. Puede empezarlo, y si consigue los consensos necesarios puede aprobarlo. Pero este Congreso viene acostumbrado a la obsecuencia, a la obediencia debida, y muy desacostumbrado a la búsqueda de consensos. Una ley de la democracia requiere un debate profundo y el mayor consenso posible. No parece ser esa la estrategia oficial, que quiere hacer audiencias públicas durante tres días seguidos la semana próxima y después llevar el proyecto al recinto para darle media sanción. Por eso decíamos en el post anterior que lo ideal sería que el próximo Congreso termine de definir el debate, porque sin una mayoría consolidada el consenso va a ser una obligación.
Así como desconfío de aquellos que dicen que el debate tiene que ser más adelante, por temor a que ese más adelante llegue dentro de 26 años más. Pero tampoco coincido con aquellos que dicen que hay que tratarlo sí o sí, porque la democracia se lo debe. Si el proyecto no es bueno o deja huecos que los puede llenar solamente la desconfianza, no hay porque aprobarlo.
Y el proyecto no es bueno. Uno puede estar de acuerdo en gran parte de sus puntos, pero si existen vacíos que dan lugar a la discrecionalidad del Ejecutivo o a la generación de un nuevo monopolio, todo lo bueno se disuelve. Eso es lo que está pasando:
• El órgano administrador que se propone tiene mayoría del Ejecutivo.
• Que sea el Gobierno de turno el que decida a que organizaciones o sindicatos se le asigna una radio da lugar a pensar que esas radios terminarán siendo oficialistas.
• Las licencias o frecuencias se deben renovar cada dos años. El temor a que al tener un discurso crítico (u opositor) uno se pueda quedar sin la licencia no puede ser nada bueno.
• El proyecto da lugar al ingreso de las empresas telefónicas (oligopólicas durante mucho tiempo) al negocio de los medios. Por su estructura y su poderío, eso puede generar que se reemplaze un monopolio (Clarín) por otro (Telecom o Telefónica, ambos con buen nexo con el Gobierno).
La desconfianza respecto de las intenciones del Gobierno se sostienen también en que dice que quiere mayor pluralidad de los medios, pero eso no es lo que su experiencia muestra. En Santa Cruz los medios opositores fueron siempre perseguidos. Y una vez en el Gobierno, los Kirchner hicieron lo que quisieron con la publicidad oficial. Discriminaron a los medios críticos y beneficiaron (ampliamente) a sus defensores. Una ley de medios que se digne democrática y plural debe incluir una regulación sobre la distribución de la publicidad oficial.
Por otro lado, el acceso a la información también tiene que ser plural. Y sobre todo fácil. Hoy es más que difícil para el periodismo (y para cualquier ciudadano más aún) conseguir información sobre los actos del Gobierno. Y una vez más, a los medios aliados (u obsecuentes) se les facilita el acceso a la misma. No puede ser muy democrática y plural la difusión de la información si el acceso a la misma no lo es.
Bienvenido el tema al debate público. Pero ojalá que el debate parlamentario sea sincero y verdadero. Y no una pantalla donde se hagan pequeñas modificaciones a un proyecto (que puede y debe ser ampliamente mejorado) para luego aprobarlo con lo justo. Lo malo conocido debe cambiar, pero lo bueno por conocer no es tan bueno.