LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

jueves, 30 de julio de 2009

¿Chau a los Superpoderes?

Ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció que mandaba al Congreso un proyecto de ley por el que modificaba los denominados superpoderes. Gracias a ellos, el jefe de Gabinete puede modificar las partidas presupuestarias como disponga, sin tener que ser autorizado por el Congreso. Ahora, Cristina quiere limitar esas modificaciones al 5 por ciento del presupuesto. El mismo mecanismo tiene, por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires.

Los superpoderes fueron siempre muy criticados por la oposición. Pero vale aclarar que los mismos no son una creación kirchnerista. En principio fue el ministro de Economía de la Alianza Domingo Cavallo quien gozó de esos privilegios (y más también). Después, se resolvió que sea el jefe de Gabinete quien tenga la potestad. Lo que hizo el kirchnerismo, en el 2006, fue decidir que esas facultades existiesen permanentemente (antes se tenían que renovar cada año con la votación del Presupuesto).

Es una buena movida la del Gobierno. Sin embargo deja muchas dudas. Los superpoderes no son la única forma que tenía el oficialismo de hacer estas modificaciones en el Presupuesto. A través de Decretos de Necesidad y Urgencia, en los últimos años, se dieron los mayores cambios. Y las modificaciones que se dieron gracias al artículo que ahora se quiere modificar sólo llegaron al 3 por ciento en el último año. Por lo tanto, todo parece indicar que los cambios no serían significativos. Es una buena movida simbólica, que lamentablemente puede terminar como tantas otras medidas del Gobierno. Como simbólicas, y nada más.

La impunidad del campo

Durante más de un año el campo recibió un fuerte respaldo de gran parte de la sociedad. De alguna manera, fue el motor que permitió restarle poder al kirchnerismo. Fue el sector que se animó a hacerle frente y logró desgastar un poderío que parecía irrompible.
Los productores y dirigentes pasaron de ser víctimas a victimarios. Y hoy mantienen esa misma dualidad. Siguen sufriendo las consecuencias de una paupérrima política agropecuaria, pero a la vez son los principales responsables de la derrota electoral del kirchnerismo. Fue el campo el que logró poner nuevamente a la oposición en la escena pública con fuerza, y no viceversa.
Ahora bien, el problema es cuando a un sector, cualquiera que sea, se le permite hacer todo lo que quiera. La Mesa de Enlace fue invitada nuevamente al diálogo con el Gobierno. En un año se juntaron con Cristina, ministros o secretarios más de 20 veces, y los resultados para ellos nunca fueron los esperados. Pero esto no quita que la dureza de sus discursos esta semana son irresponsables. Parecería que en un año, los principales dirigentes todavía no aprendieron que yendo al choque, por lo menos con este Gobierno, no se consigue mucho. Además, por más ironía que se quiera tener, la defensa de Mario Llambías (CRA) al apellido "Martínez de Hoz", aunque se haya referido al bisabuelo del ministro de la dictadura, sólo conduce a extremar más las posiciones. Lamentablemente sólo recibieron tibias críticas, porque ellos fueron y siguen siendo víctimas. Y muchos le deben mucho al campo.
Tambien los autoconvocados, liderados por Alfredo de Angeli, parecen libres de hacer lo que quieran. El martes y el miércoles, cuando debatían comisiones de diputados, los ruralistas estaban dentro y fuera de la sala en lugares donde pueden estar legisladores, asesores o gente de prensa. Y así, podían hablar con cualquier diputado, recriminarle posturas y pedirle explicaciones. Claro está que cualquier ciudadano puede pedirle explicaciones a un legislador. Pero ese no es ni el lugar, ni el momento. Y ellos estaban ahí, sabiendo que tienen la impunidad para hacerlo, porque nadie se va a animar a echarlos. Porque fueron víctimas. Y lo siguen siendo. Pero como tantos otros que tienen sus problemas, y no son escuchados.
Muchos le van a estar eternamente agradecidos al campo por el rol que cumplieron. Pero eso no quita que el sector ahora tiene que ser mimado y tenido en cuenta todo el tiempo. Es el momento en el que los políticos tienen que volver a tomar el volante, el campo volver a su lugar y la prensa tratar a todos por igual. Se puede protestar todo lo que se quiera, pero sin impunidad.

lunes, 27 de julio de 2009

Calentando los motores

La semana que empieza va a tener que ser seguida de cerca por los distintos actores políticos y económicos del país. Se reactiva la actividad en la Cámara de Diputados, por primera vez desde las elecciones. La renovación de las bancas no se realizará hasta el 10 de diciembre, pero de todas formas al oficialismo ya le es muy difícil juntar el número necesario de diputados para imponer cualquier proyecto. Pero la oposición, por ahora, no la tiene fácil. Por eso, estos meses van a ser de puro debate, pura negociación y búsqueda de consensos. Pura política, esperemos.
El tema principal que cae en las manos de los legisladores es el campo. Antes del 24 de agosto el Congreso tiene que aprobar un paquete que se conoce como"delegación de facultades". De no hacerlo, pueden perder vigencia leyes clave para el Gobierno. Una de ellas, es la que permite que el Poder Ejecutivo establezca los derechos de exportación. Léase, retenciones. Por eso, quiera o no, el oficialismo tendrá que dar el debate sobre el tema.
Mientras tanto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, invitó a la Mesa de Enlace para el próximo viernes. De ser un diálogo fructífero puede generar importantes cambios, tanto económicos como políticos. Caso contrario, profundizará aún más la postura del campo y algunos sectores de la oposición.
De una u otra manera, esa reunión tendrá influencia en el debate parlamentario, donde los diputados ya están calentando los motores y se esperanzan con que la política vuelva al Congreso.

sábado, 18 de julio de 2009

La hora del diálogo: por primera vez el Gobierno está dispuesto a hacer concesiones



La semana que terminó dejó una serie de imágenes que mostraron al Poder Ejecutivo preparado para dialogar con la oposición en distintos ámbitos. Más allá de la puesta en escena, el dato más relevante es que el oficialismo se sentó dispuesto a alterar algunos de los núcleos de la política kirchnerista, como las retenciones, el INDEC, el Consejo de la Magistratura y los superpoderes. Este es el mensaje que en forma unificada transmitieron los interlocutores oficialistas a los opositores, empresarios y sindicalistas. Admiten que la realidad política les impone ajustes de fondo en el modelo.

Son tiempos de diálogo explícito. El Gobierno ya abrió cuatro canales distintos de conversación con diferentes sectores, ya sean políticos, empresariales o sindicales. Y pese a la desconfianza que tienen mucho de los convocados, esta vez el kirchnerismo se presenta dispuesto a un diálogo sincero, aunque más por necesidad que por convicción.
“Estuvimos mucho tiempo a la ofensiva, y ahora nos toca la defensiva. La idea del diálogo es administrar la ofensiva de los otros”, aseguró un funcionario kirchnerista, que reconoció que después de la derrota electoral el escenario cambió y las concesiones en algunos temas serán inevitables. De todas formas, en las filas oficiales hay un convencimiento de que está bien lo hecho hasta el momento, por lo que tampoco se puede esperar a un gobierno cediendo en todos los aspectos.
Desde la oposición y sectores empresariales o de la producción, ya visualizan también que pueden exigir más que nunca. “Al Gobierno ahora le entran todas las balas, sólo es cuestión de que se le empiecen a animar”, afirmó un allegado a la dirigencia rural.
Más allá de los incrédulos, necesitados, escépticos o convencidos, lo cierto es que el Gobierno ya armó cuatro mesas de diálogo: la de la reforma política, la de la agenda parlamentaria, la del Consejo Económico y Social, y la de los gobernadores.

La política. Luego del discurso del 9 de julio en el que Cristina Fernández de Kirchner convocó “a todos los sectores” al diálogo, el primer gesto lo dio el ministro del Interior, Florencio Randazzo, cuando anunció que convocaría a los partidos políticos con representación parlamentaria para debatir sobre una reforma política. En un principio se iba a convocar cinco miércoles seguidos de a diez partidos por vez. Pero ante la presión del Acuerdo Cívico se definió que el primer encuentro sería con ellos, por ser la segunda fuerza. “Les ganamos la elección por muy poquito”, les reconoció Randazzo al recibirlos. El próximo miércoles estarán los representantes de Unión-PRO y el peronismo disidente, liderados por Francisco de Narváez, Felipe Solá, Gabriela Michetti y Federico Pinedo.
El único espacio de la oposición que rechazó participar es la Coalición Cívica de Elisa Carrió (sólo fue Margarita Stolbizer). No obstante, el resto del arco opositor tampoco se mostraba convencido, ya que reclamaba que se incluyan otros temas en la agenda. Sin embargo, la convocatoria del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, a una reunión con los titulares de los bloques cambió el escenario. Allí se definió una amplia agenda parlamentaria, con temas a tratar hasta fin de año y los K aceptaron la gran mayoría de los pedidos opositores. “La idea era seguir la misma línea de diálogo del Gobierno”, reconoció una alta fuente del bloque del FpV. “Algunas demandas vamos a tener que atender seguro, para poder aprobar nuestros proyectos”, agregó.

La economía. El Consejo Económico y Social, imitando el modelo español, va a ser la mesa a la que se van a sentar a dialogar con el Gobierno los sindicalistas y empresarios. El próximo martes, y luego de que Cristina impulsó esta semana el armado del Consejo con una cena con los principales invitados, podría quedar definida su conformación y funcionamiento.
La gran duda es si la Mesa de Enlace va a ser de la partida. Los empresarios ahora presionan para que los ruralistas tengan su silla. Los mismos dirigentes reconocen que hubo contactos con el Gobierno pero que todavía no recibieron ninguna invitación formal. “Vamos a ir si nos invitan como Mesa de Enlace, y no por separado”, afirmó Mario Llambías (CRA).
El tipo de cambio, la preservación del empleo, la normalización del INDEC y las facultades de la ONCCA aparecen como los temas centrales que se pondrán sobre la mesa.
Aunque va a ser inevitable que hablen de política, el principal reclamo de los gobernadores cuando se sienten a hablar con Cristina Kirchner va a estar referido a las dificultades financieras que tienen. Por eso se espera que le exijan una mayor coparticipación de los fondos. La ronda de conversaciones se iniciará el martes a las 18 con la presencia del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Una hora después, será el turno del chaqueño Jorge Capitanich. El jueves, a las 17, Cristina recibirá al socialista Hermes Binner, y luego al salteño Juan Manuel Urtubey.



miércoles, 15 de julio de 2009

Que la reforma política no tape el bosque

Por primera vez en seis años de gobierno, el kirchnerismo recibió en la Casa Rosada a dirigentes de la oposición. La reunión entre el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y dirigentes del Acuerdo Cívico y Social es el puntapié inicial. El problema es que la convocatoria al diálogo se resume a la reforma política. Un tema importante, pero no fundamental, y lejos está de ser el principal. De todas formas, tarde pero seguro, las conversaciones que deberían ser normales entre Gobierno y oposición comenzaron.
La oposición, ante este nuevo escenario, quedó descolocada. El socialismo, sin dudarlo, aceptó la convocatoria. El radicalismo, con el cobismo ya integrado, puso reparos y rechazó presentarse en reuniones masivas. Reclamó que se lo reconozca como principal partido de la oposición. Y lo logró. Es ahí, donde la Coalición Cívica de Carrió quedó en off side. Mantuvo su discurso de rechazo a que se trate sólo el tema de reforma política y a que el diálogo no se haga en el ámbito del Congreso. Margarita Stolbizer, finalmente, contradijo a sus pares de la Coalición y fue de la partida. En conclusión, el Acuerdo Cívico fue a la reunión con Randazzo sin mucho acuerdo.
Muchos dirigentes temen que el diálogo al que convocó el Gobierno termine siendo testimonial. Sin embargo, también la visita opositora, en este caso, puede tener el mismo sentido. "Vamos a escuchar", dijo Gerardo Morales, líder de la UCR. Saben que quizás entran en el juego del Gobierno, pero no pueden quedar en la posición de rechazar el diálogo (como está quedando Carrió). Por eso aceptaron ir a una reunión en la que nadie tiene puestas muchas expectativas. Mientras tanto, las fichas siguen puestas en el Congreso, donde el diálogo continúa y ya se acordó que a partir de agosto se empiecen a tratar, entre otros, algunos proyectos que reclama la oposición. Es ahí donde el bosque va a poder ser visto en plenitud. Y donde se va a ver realmente si los diálogos en la Argentina son posibles o quedan en meras intenciones.

lunes, 13 de julio de 2009

Moreno sigue trabajando, y en la cabecera

Pese a la fuerte campaña mediática y política en su contra, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, sigue firme en su puesto. Los Kirchner, por ahora, no parecen dispuestos a dar el brazo a torcer. Pocas veces en la historia habrá pasado que un funcionario, con cargo de secretario, tenga tanta importancia para un gobierno. Eso se debe a que Moreno hace, hizo y hará todo el trabajo sucio que se necesita. Había que controlar las estadísticas y se metió en el Indec, había que frenar la suba de precios y presionó a los empresarios, había que controlar las exportaciones del campo y lo hizo, y ahora hay que frenar las importaciones para que la balanza comercial no de negativa y lo está haciendo. Todo, a corto o largo plazo, termina siendo perjudicial para la economía de un país. Pero eso lo sufrirán más que todo los próximos gobiernos, y no éste.
La foto que ilustra esta entrada es de hoy, cuando se reunió el Gabinete Productivo. Están Aníbal Fernández (jefe de Gabinete), Amado Boudou (ministro de Economía), Debora Giorgi (ministra de Producción) y Carlos Tomada (ministro de Trabajo), entre otros, con el infaltable secretario Moreno en el fondo. O en la cabecera, depende de donde se lo mire.

sábado, 11 de julio de 2009

La vieja Coordinadora y la cúpula radical se entusiasman con Cobos

Hay un dicho en la política argentina que reza que donde hay dos radicales hay una interna. Hoy en día, esa típica interna radical, con varios sectores pulsando por la conducción partidaria, volvió a reactivarse, incentivada por el buen rendimiento electoral y por la consolidación de Julio Cobos como uno de los presidenciables con más chances. En ese marco, históricos y nuevos dirigentes comenzaron a tener reuniones semanales o quincenales para dirimir el rumbo del partido.
En el último tiempo, la Unión Cívica Radical venía dividida en dos: por un lado la dirigencia orgánica, encabezada por Gerardo Morales, y por el otro un sector liderado por los antiguos miembros de la “Coordinadora” alfonsinista, con Enrique “Coti” Nosiglia a la cabeza. Ante el resurgimiento radical, los líderes de ambos sectores comenzaron a reunirse para unificar las posturas. Morales, Nosiglia, Jesús Rodríguez, Federico Storani, Ernesto Sanz, Oscar Aguad, Mario Negri, los hermanos Stubrin, Ricardo Gil Lavedra, Juan Manuel Casella y Chrystian Colombo son las caras principales de esos encuentros. “Es un ámbito de diálogo entre los dirigentes que tienen mayor incidencia en el partido”, reconoció uno de ellos. “Es un espacio de consulta, donde se hace un análisis de la realidad”, confirmó otro.
La idea de esas reuniones, además de seguir de cerca la actualidad política, económica y social, es comenzar a construir los equipos y los programas con los que el radicalismo intentará volver a ser gobierno. Y para eso también convocan a funcionarios de los gobiernos de Alfonsín y De la Rúa. Inclusive, se incorporaría a los encuentros Mario Brodersohn, secretario de Hacienda de Alfonsín, y la semana próxima tendrán una reunión con los equipos económicos de Juan Vital Sourouille, ministro de Economía de esa época. A Colombo, que fue jefe de Gabinete en el ocaso del gobierno de De la Rúa y desde ese momento desapareció de la escena pública, lo convocaron durante la campaña para que colabore con la recaudación de fondos.
Sin embargo, el principal foco de atención para ese grupo es la renovación de la conducción partidaria que se debe definir a fin de año. “La idea es armar un comité nacional por consenso”, sostienen desde todos los frentes internos. No obstante, son varios los sectores en pugna. “El avispero empezó a moverse. ¿Te acordás cuando no teníamos candidatos?”, se ríe alguien que sigue de cerca la situación.
“Cobos está a full, desaforado, quiere todos los cargos”, describió la misma fuente. Para conducir al radicalismo ya dejó trascender los nombres de Raúl Baglini y de Pablo Verani. Desde Córdoba, donde el centenario partido tuvo un desempeño importante, ya se postuló Carlos Becerra. Pero el dirigente que hoy cuenta con la mayor aceptación es Ernesto Sanz. Lo impulsa la línea más orgánica, “los que resistieron”. Con una relación más cercana a Cobos desde la campaña, sería un líder con amplio consenso.
Con la mira puesta en 2011, la figura del vice tomó fuerte impulso después de las elecciones. “Es algo muy difícil de torcer, porque como en un cualquier partido grande cuando la gente olfatea que se puede llegar, se alinea rápidamente”, sostiene un histórico dirigente. Pero igual reconoció sus dudas: “Todavía no sabemos qué es Cobos, y da señales confusas”. La idea es sumar a algún cobista a las reuniones semanales, “para comprometerlo y que no tenga una pata adentro y otra afuera”. Morales, entre otros, todavía no descarta las candidaturas de Hermes Binner y Elisa Carrió, y sostiene que la UCR “va a seguir apostando al Acuerdo Cívico y Social”.

viernes, 10 de julio de 2009

Cristina, entre la cordura y la estrategia

"Bien Cristina", decía una colega en Facebook. "Bien Cristina", asentí, pero al toque agregué a mi razonamiento: "Ojalá se cumpla". La Presidenta aprovechó el acto por el 9 de julio para convocar a todos y todas, los argentinos y las argentinas, a un diálogo "serio, constructivo, responsable y realizable". "Realizable", repetía mi cabeza.

Hace seis años que no hay diálogo en la Argentina. Y si hubo intenciones, no fueron "realizables". El diálogo es fundamental en cualquier democracia. Por eso es para valorar la convocatoria presidencial y su consecuente aceptación por todos los actores políticos, sociales y económicos. Fue un llamado que se podría inscribir dentro de la cordura que debería regir a cualquier gobierno. Pero también es parte de una nueva estrategia, necesaria después del cimbronazo electoral que sufrió el kirchnerismo. Estrategia que buscará mostrar que este gobierno puede trabajar en la adversidad, que tiene diálogo, que busca consensos y que sabe escuchar las urnas. De ser así, bienvenida. Y los argentinos tendrán que demostrar después si del kirchnerismo se quedan con la imagen de la última escena o del total de la película.

"Quiero ser parte de la generación del Bicentenario, convocando a todos los hombres y mujeres que crean que es necesario seguir construyendo este país", dijo Cristina. Pero fue el 25 de mayo de 2008. Una convocatoria fallida, que esperemos que no se repita.

miércoles, 8 de julio de 2009

Una bocanada de aire caliente


Uno de los primeros reflejos que tiene un gobierno cuando pierde una elección es cambiar el gabinete. Así, demuestra que entendió a las urnas y que un cambió en la gestión es importante. Los Kirchner así lo entendieron y se dieron cuenta que era necesario un lavado de imagen. "Es una bocanada de aire fresco", dijo hoy Eduardo Fellner, presidente de la Cámara de Diputados.

Pero no es así. El aire viciado en el gabinete lo provoca Guillermo Moreno. Y, por ahora, sigue ahí. Lo provoca Julio De Vido. Y, por ahora, sigue ahí. Lo provocan Echegaray, Cheppi, Cameron, etcéteras. Y, por ahora, siguen ahí. Y justamente, también lo provoca Aníbal Fernández, que junto a De Vido son los ministros más antiguos del kirchnerismo (están desde el primer día). Y ahora sigue como Jefe de Gabinete. También lo provoca Amado Boudou, que usó la caja de la Anses como dispuso el jefe Néstor. Y ahora sigue como ministro de Economía. Y también lo provoca Julio Alak, que facilitó el camino para la polémica reestatización de Aerolíneas Argentinas. Y ahora sigue como ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos.

Era necesario prender un aire acondicionado. O a lo sumo encender el ventilador. Pero los Kirchner decidieron abrir la ventana en un día de pleno verano. Y dejaron entrar una bocanada de aire caliente, que lejos de refrescar, sigue derritiendo.

martes, 7 de julio de 2009

Emergencia sanitaria, emergencia estatal

Desde distintos sectores dirigenciales, inclusive adentro del propio Gobierno, vienen insistiendo con la necesidad de decretar la emergencia sanitaria para paliar la pandemia generada por la gripe A. Ayer el ministro de Salud, Juan Manzur, reconoció que esa emergencia ya existe desde 2002. Y no se equivoca: el decreto 486/02 fue firmado por el entonces presidente, Eduardo Duhalde, y su ministro de Salud, Ginés González García, por la grave situación que vivía el sistema de salud. En un principio la emergencia era hasta el 31 de diciembre de 2002, pero año tras año fue prorrogada por el Congreso con la ley de Emergencia Pública.
Esto, sin dudas, deja mucha tela para cortar. Pero hay un tema que me parece central. El kirchnerismo habla mucho de la necesidad de tener un Estado fuerte, que intervenga, decida y solucione problemas. Pero esto no se puede dar solamente en las cuestiones económicas. El Estado debe estar presente en todos los ámbitos de la administración pública, y esto incluye también la salud. Que desde el propio Gobierno (que está en el poder desde el 2003) se haya ignorado la existencia de una norma tan importante habla de las falencias en el Estado. Si la administración central no sabe las herramientas con las que cuenta estamos ante un Estado bobo. Por eso ya no sólo es importante la emergencia sanitaria, sino también la emergencia estatal.

lunes, 6 de julio de 2009

De Narváez logró polarizar más que las listas locales de Unión-PRO


El análisis de los resultados de las elecciones en la provincia de Buenos Aires demuestra, como muchos sostenían, que los votos que recibió el líder de Unión-PRO, Francisco de Narváez, no eran necesariamente de apoyo a su partido sino más bien de rechazo a la figura de Néstor Kirchner. Y la instalación del escenario de polarización, en este caso, fue clave.

En el interior de la Provincia es donde se visualiza este panorama, en el que los votos recibidos por la lista para diputados nacionales que encabezó De Narváez subieron considerablemente con relación a la de legisladores provinciales de su mismo partido. Esto fue en desmedro sobre todo de la lista del Acuerdo Cívico y Social, encabezada por Margarita Stolbizer, que sufrió el efecto inverso: a las nóminas provinciales y municipales les fue mejor que a la nacional.

En las cinco secciones de la Provincia (de un total de ocho) que engloban al interior se dio este fenómeno. Donde mayor diferencia hubo fue en la séptima: allí Unión-PRO obtuvo el 33 por ciento de los votos para cargos provinciales y el 42,6 por ciento para nacionales (diferencia de más de 9 por ciento). La lista de Stolbizer, en tanto, sufrió pérdidas en esas secciones que van del 2 al 6 por ciento.

No obstante, en muchos distritos también el Frente Justicialista para la Victoria se vio perjudicado. En los lugares donde el peronismo es fuerte, la lista local sacó un buen resultado, pero los votos para diputados nacionales, que encabezaba Kirchner, fueron muchos menos.

Los sectores que están fuertemente vinculados al campo sólo querían ver derrotado al ex presidente y por eso sus votos iban a estar dirigidos a quien más garantías les podía dar de conseguirlo.

Así fue que tanto radicales como peronistas del interior bonaerense se inclinaron por De Narváez para la elección nacional, pero mantuvieron sus preferencias partidarias a nivel provincial.

(Nota publicada en el Diario Perfil del domingo 4 de julio)

sábado, 4 de julio de 2009

Un duro revés para el ConFe en la provincia de Buenos Aires

Si bien Julio Cobos salió muy bien parado de la elección del domingo último, por los desempeños de las listas que promocionó en Mendoza y en Corrientes, no todas las noticias que recibió fueron buenas. En la provincia de Buenos Aires, las listas de Consenso Federal (ConFe) que representaron al cobismo bonaerense para cargos municipales tuvieron un mal desempeño, con sólo 44.700 votos en 34 distritos.
El ConFe formó parte del Acuerdo Cívico y Social a nivel de candidaturas nacionales y provinciales. Sin embargo, para los cargos municipales en algunos distritos presentó listas colectoras, situación que le valió cruces judiciales con sus socios. De los 34 municipios donde estaba la lista del ConFe, en 23 obtuvo menos del uno por ciento de los votos. El piso más bajo lo tuvo en José C. Paz, donde consiguió sólo 29 votos (0,03 por ciento). De hecho, los votantes de todos los distritos en los que participó totalizan casi cuatro millones y medio, por lo que el total de votos que recibió el ConFe también representa menos del 1 por ciento.
En Junín, en cambio, fue el único lugar donde el cobismo pudo ganar. En esas tierras gobierna Mario Meoni, principal exponente del partido de Cobos en la Provincia. Sin embargo, el triunfo de su lista tampoco fue para un festejo desmedido, ya que obtuvo 18 por ciento, sólo cinco arriba de la Coalición Cívica y con otras tres listas arriba del 10 por ciento.
Entre los distritos que el cobismo superó el uno por ciento, se destacan Alberti (8%), Capitán Sarmiento (7%), San Miguel (7%, en alianza con la UCR), Saladillo (6%) y Florencia Varela (4%, con el GEN).

(Nota publicada en el Diario Perfil del sábado 4 de julio)

viernes, 3 de julio de 2009

Los barones del Conurbano, siempre bien parados

"Un año y medio atrás hacían cola para pedir la boleta de Kirchner, pero después, en esta elección, han buscado la conveniencia de las intendencias sin preocuparle la conducción del partido". La frase pertenece al renunciante intendente de José C. Paz, Mario Ishii. Fiel al eslogan "el que avisa no traiciona", uno de los barones del conurbano dijo que sus pares que "traicionaron" no se tenían "que suicidar, pero por lo menos decirlo". Lo que denuncia Ishii es que muchos de ellos alentaron el corte de boleta en sus municipios y consiguieron muchos más votos que Kirchner. Lo que me desvela es que estos muchachos siempre caen bien parados, pese a que supuestamente el proyecto que los lidera salió derrotado. Mi duda es, ¿qué hay que hacer con los barones del Conurbano? (Se esperan soluciones democráticas, claro está)

jueves, 2 de julio de 2009

Los presidenciables... ¿candidatos o partidos?

Recién pasaron las elecciones legislativas y la campaña presidencial parece haber empezado. No sólo para los políticos, sino también para los medios, que parecen desesperados por decidir los candidatos. Incluso algunos ya parecen haber elegido (¿Grupo Clarín al Lole?) a su propio candidato.

Es cierto que algunos dirigentes salieron mejor parados que otros. Tal es el caso de Cobos en Mendoza, Reutemann en Santa Fe o Macri (con no muy alentador resultado en Capital pero fue uno de los artífices de la alianza ganadora en Buenos Aires). Scioli, Binner y Carrió, en tanto, al parecer quedaron debilitados. O al menos, no fortalecidos. Pero no hay que descartar toda una segunda línea de dirigentes, como Sanz, Aguad y Alfonsín (en el radicalismo), Solá o algún gobernador como Gioja o Alperovich (en el peronismo), que puedan meterse en la pelea.

Lo importante son dos cosas. Primero y principal, todavía faltan más de dos años para las elecciones presidenciales. Mientras tanto hay un país con graves problemas por resolver. A eso deberían estar abocados los políticos. Además, nadie sabe lo que puede pasar de acá a dos años. Un año atrás nadie hubiese pensado en Cobos como presidenciable.

Por otro lado, y no por eso menos importante, la vida interna de los partidos o alianzas tiene que existir. Armar plataformas serias, con debates profundos, llegar a consensos respecto a un programa de gobierno, es lo que tienen que hacer los partidos. Una vez definido eso, tienen que ver como eligen a su candidato: con internas (abiertas o cerradas), a través de un congreso partidario, o a dedo (opción no recomendada por este blog).

Durante estos dos años, más que los nombres, la gente tiene que analizar lo que hacen los partidos. ¿El Acuerdo Cívico y Social, con la Coalición Cívica, la UCR y el Socialismo, logrará mantenerse unidos? ¿El Frente para la Victoria desaparecerá? ¿El PJ terminará todo unido? ¿El PRO, o Unión PRO, irá solo o será parte del peronismo? Y sobre todo, ¿definirá cada partido un programa serio y a largo plazo de gobierno? ¿Es mucho pedir?