LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

lunes, 25 de octubre de 2010

Mirando a la distancia

Humberto Tumini y Graciela Ocaña fueron kirchneristas. Ambos fueron funcionarios. Y hoy hay que contarlos en las filas de los desencantados, de los desilusionados. Es interesante ver sus opiniones respecto al asesinato de Mariano Ferreyra. A continuación, va el comunicado de prensa que Tumini, secretario general de Libres del Sur, hizo difundir ayer:

"La ex ministra de Salud de Cristina Kirchner, Graciela Ocaña, le recomendó a la Presidenta "buscar a los costados o atrás de ella" si pretende encontrar a los presuntos "autores ideológicos" del crimen del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra. Estamos plenamente de acuerdo con estas apreciaciones.

Juan Pablo Schiavi, secretario de Transporte de la Nación, tiene visibles acuerdos con la Unión Ferroviaria de Pedraza y con las empresas concesionarias del ferrocarril. También con La Fraternidad de Maturano y su gente, a la que puso Schiavi al frente de la ADIF. Recordemos, al respecto, la represión a los miembros de la Mutual Sentimiento en la Plaza de Mayo en noviembre pasado, a quienes les quieren -esos sindicalistas- quitar el edificio para hacer negocios.

El Ministro de Trabajo Carlos Tomada hace la vista gorda con la tercerización en los ferrocarriles y la violación de los derechos laborales que eso suele conllevar -como acaba de reconocer- porque, de esa manera, bajan el precio de la mano de obra a las empresas de Pedraza.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández (que mandó a reprimir a la Mutual Sentimiento en la Plaza), dirige la Policía Federal hace 7 años; lo primero que hizo fue salir a defenderla de las acusaciones de zona liberada en el asesinato del militante del PO. Además, como es de público conocimiento, está vinculado a todo esto de las barras bravas del fútbol (gente vinculada a su club, Quilmes y a él mismo, está acusada por el triple crimen de la efedrina).

Cómo no compartir, entonces, lo que Ocaña dice respecto de dónde hay que buscar a los autores intelectuales del asesinato. ¿O queda alguna duda de que a Mariano lo mataron para defender los negocios de la burocracia sindical -negocios apañados por el gobierno- en la tercerización de los servicios ferroviarios?".

Las “perlitas” que declaran los senadores

Senadores que no tienen un peso en el bolsillo, que no son dueños de un solo inmueble, que no declaran bienes del hogar o que informan que están cobrando salarios muy distintos. Son algunas de las tantas curiosidades que aparecen en sus últimas declaraciones patrimoniales, que corresponden al año 2009 y que fueron solicitadas por PERFIL al Congreso de la Nación.

La Ley de Etica Pública los obliga a entregar todos los años un informe completo sobre su patrimonio y a poner esos papeles a disposición de cualquier ciudadano que los requiera. Hace dos semanas, este diario informó cuáles son los integrantes del Senado que tienen más propiedades y que más hicieron crecer su fortuna durante el año pasado. Pero en esos documentos patrimoniales –que fueron completados por los propios legisladores– todavía se pueden encontrar varias sorpresas adicionales.

Aparecen varias curiosidades en el rubro “inmuebles”, uno de los más importantes dentro de cualquier patrimonio. Una de ellas se puede encontrar en la declaración de bienes del senador radical Mario Cimadevilla, que accedió a su banca en diciembre del 2009. El hombre de Chubut consignó que es propietario de cinco propiedades pero no detalló los valores de ninguna de ellas. Otro ejemplo corresponde a Adolfo Rodríguez Saá, el fugaz ex presidente que ahora ocupa una banca por la provincia de San Luis. Aunque el hermano del gobernador puntano declaró una fortuna total que bordea los diez millones de pesos, informó que no posee ningún departamento, casa o terreno. Apenas afirma que tiene el “usufructo vitalicio” de un solo inmueble, que está a nombre de su ex pareja María Mazzarino. Aunque ya no es más dueño de una vivienda, le quedaron unos 120 mil pesos en “obras de arte y bienes del hogar”.

Cuarenta de los setenta y dos senadores no declaran bienes muebles no registrables por más de $ 20 mil. Lo que sorprende es que con sólo contabilizar los electrodomésticos hogareños se llega a esa cifra.

Cuando se trata de sorpresas en el patrimonio, el ex presidente Carlos Menem es una figura repetida. Y en sus declaraciones juradas presentadas al Congreso figura un dato curioso que vale la pena destacar: tiene acciones de empresas privadas de teléfonos que se quedaron con el negocio de la telefonía en Argentina durante su gestión. El riojano informó que consisten en 231 acciones de Telecom SA, 882 acciones de Telefónica Argentina y 166 Telefónica Móvil de Argentina. Esos paquetes accionarios valen más de 11 mil pesos y se sumaron a su patrimonio durante su presidencia: la “fecha de alta” que se detalla es el año 1991.

Entre las perlitas figuran varios senadores que declaran que no poseen dinero. Un caso testigo es el de la correntina Josefina Meabe, que declaró ingresos por más de $ 2 millones por la cría de ganado ovino y bovino. Lo llamativo es que no tiene dinero en efectivo y además posee un saldo negativo de casi $ 200 mil en sus cuentas bancarias.

Por último, llama la atención que los propios Senadores no se ponen de acuerdo en cuánto es su sueldo. Según sus DD.JJ., el monto mensual neto que recibían a diciembre de ’09 varían entre los $ 9 mil y $ 15 mil.

Alfonsín y Binner consolidan su vínculo con miras a 2011

Ricardo Alfonsín y Hermes Binner siguen avanzando lentamente con su construcción en conjunto, de cara a las elecciones presidenciales de 2011. La estrategia incluirá actividades en público y el trabajo mancomunado de los equipos técnicos. Sin embargo, de candidaturas y fórmulas todavía no tienen previsto tomar definiciones, para así cuidar las decisiones orgánicas de sus partidos.

Hace dos semanas, cuando Alfonsín visitó al gobernador santafesino, hubo cinco minutos donde estuvieron completamente a solas. Allí, habrían sumado puntadas al tejido. “Hubo un acuerdo verbal para ir juntos a la interna, pero no la van a oficializar todavía porque es muy temprano”, le reconoció a PERFIL uno de los participantes de la reunión ampliada. Sin embargo, desde el entorno de Alfonsín, prefirieron asegurar que de ese encuentro sólo “salió un indicio claro para empezar a trabajar juntos en lo programático”.

La idea que tienen los dos precandidatos presidenciales es que sus equipos técnicos tengan reuniones de trabajo donde empiecen a coordinar sus programas. Por el lado de Alfonsín, estarán los equipos del Morena (Movimiento de Renovación Nacional), que se lanzarán el próximo 28 de octubre. Estarán conducidos por Carlos Ulrich y Agustín Campero, y harán un llamado nacional a técnicos que quieran participar del armado del programa. Después de eso, comenzarán las reuniones con los equipos de Binner, que se nuclean en el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (Cemupro), que comanda la diputada Alicia Ciciliani. A esos encuentros esperan sumar al GEN de Margarita Stolbizer y a la Coalición Cívica de Elisa Carrió. El gobernador socialista, además, se comprometió a intentar sumar a Proyecto Sur, de Pino Solanas.

Por otra parte, ya el próximo martes Alfonsín y Binner se volverán a mostrar en conjunto. Será en una conferencia que compartirán en la sede del Cemupro junto a quienes fueron ministras de Medio Ambiente y Planificación en Chile durante el gobierno de Michelle Bachelet, Ana Lya Uriarte y Paula Quintana Meléndez. La conferencia se llamará “Experiencias y desafíos de la izquierda democrática”. “Hermes y Ricardo tienen una visión común de los problemas del país, y por eso pueden trabajar en conjunto”, describió un hombre del entorno de Alfonsín, que además destacó la afinidad que los une, en especial desde que hace más de cinco años compartieron varios viajes a la Internacional Socialista (organización en la que participan el radicalismo y el socialismo).

Ayer, el vicepresidente de la Cámara de Diputados continuó con sus ya habituales recorridas de los fines de semana por el interior del país. Estuvo en la provincia del Chaco y en Formosa (donde debió cancelar un acto partidario por el tornado que afectó a la localidad de Pozo del Tigre). Allí, rechazó la versión periodística de que bajaba su candidatura y aclaró que había declarado que para enero de 2011 el radicalismo ya estará en condiciones de conformar las fórmulas que competirán en las primarias abiertas de agosto. Hoy, Alfonsín tiene previsto visitar diferentes localidades formoseñas junto al senador y referente local Luis Naidenoff.

A un año de la elección, la incertidumbre es similar a la de 2003

El domingo 23 de octubre de 2011, los argentinos deberán ir a las urnas para elegir a su futuro presidente. Es decir que ayer, justo a un año de esa fecha, comenzó la cuenta regresiva para todo aquel que quiera quedarse con el sillón de Rivadavia. El escenario, sin embargo, muestra todavía una multiplicidad de opciones: hay por lo menos catorce nombres en danza. La incertidumbre es similar a la que precedió a las elecciones de 2003, a diferencia de lo ocurrido en la previa de 2007 y 1999, cuando el panorama era más previsible.
Por el momento, sólo Pino Solanas, de Proyecto Sur, parece ser el único ya confirmado como candidato, aunque todavía resta que oficialice que se queda con la pelea nacional y no la porteña.
En el Frente para la Victoria, la duda ya está instalada: será Néstor o Cristina. Daniel Scioli, por otro lado, suena como la alternativa, aunque también se especula que podría competir por fuera del kirchnerismo.
El Acuerdo Cívico y Social, por su lado, tiene a Julio Cobos y Ricardo Alfonsín como sus precandidatos predilectos.También está el socialista Hermes Binner, aunque se especula con que podría ser candidato a vicepresidente. Hoy afuera de ese esquema está Elisa Carrió, de la Coalición Cívica, quien definirá a principios del año próximo si vuelve al Acuerdo o si compite por su cuenta.
En el Peronismo Federal pugnan cuatro precandidatos: Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Mario Das Neves y Alberto Rodríguez Saá. Sin embargo, hay quienes siguen esperando que se lance Carlos Reutemann. Mauricio Macri, por PRO, también está en carrera, aunque todavía es incierto si competirá solo o en alianza con el Peronismo Federal.

Antecedentes. A esta elección se llega con un amplio abanico de candidatos, similar a lo que pasó en julio de 2002, cuando Duhalde anunció el adelantamiento de los comicios a marzo de 2003. En ese momento, había quince nombres en danza. Por el PJ estaban Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá, Néstor Kirchner, Reutemann (no se decidía), José de la Sota y Juan Carlos Romero. En el arco de la centroderecha sonaban cuatro nombres: Ricardo López Murphy (terminó siendo él), Macri, Patricia Bullrich y Gustavo Béliz. Carrió, por su lado, ya anunciaba que se iba a presentar sola y Luis Zamora era el referente de la izquierda mejor posicionado. En la UCR se perfilaban Rodolfo Terragno, Roberto Iglesias y Angel Rozas (terminó siendo Leopoldo Moreau).
En octubre de 2006, en cambio, por más que todavía faltaba un tiempo para las definiciones, ya estaban perfilados los que finalmente se postularían en octubre de 2007. En el oficialismo dudaban entre Néstor y Cristina. El radicalismo, en tanto, todavía no terminaba de cerrar su alianza con el peronista disidente Roberto Lavagna, que armaba programas, pero no se lanzaba. Carrió, por su lado, se preparaba para ir sola (al final fue con el socialismo). En la centroderecha, Macri, López Murphy y Jorge Sobisch, eran los precandidatos (al final fueron los últimos dos).
Un año antes de octubre del 99, en tanto, el escenario ya era mucho más predecible. La Alianza se preparaba para una interna entre Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide. En el peronismo, Duhalde ya estaba lanzado y tenía un competidor: Ramón “Palito” Ortega. El tercero en discordía era Domingo Cavallo, de Acción por la República.

jueves, 7 de octubre de 2010

Elegir los enemigos

Decir que una de las características principales del kirchnerismo es la búsqueda constante de un enemigo no es una novedad.
Desde los primeros días de Kirchner en el poder, allá por mayo de 2003, los rivales a quienes contraponerse estuvieron a la orden del día.
Iglesia, militares, Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron los primeros enemigos públicos. Y del lado de enfrente siempre encontraron a los "útiles" de siempre que sostuvieron esa enemistad. Cecilia Pando, defensora de milicos torturadores. Antonio Baseotto, el obispo que insinuó que al ministro de Salud Ginés González García había que "tirarlo al mar". Y a estos dos ejemplos se sumaron aquellos verdaderos golpistas, que se oponían a la política de derechos humanos y los acusaban de "montoneros", como si eso fuese una razón suficiente para denostarlos. O aquellos retrógrados que se oponían a las políticas de educación sexual o de distribución de preservativos.
También se enfrentó a la Corte Suprema menemista y logró renovarla, airearla y mejorarla. En el camino se cruzó con la empresa Shell, a la que llamó a boicotear hasta obligarla a decir que se querían ir del país (hoy dicen que no se fueron porque no hubo nadie dispuesto a invertir lo que vale la empresa).
Como un perro salvaje, persiguiendo a un gato hasta el pie de un árbol, Kirchner, con buen instinto, iba eligiendo a sus enemigos. Todos enemigos que tenían una baja o nula consideración en la sociedad. Allí comenzó a escucharse la frase "sólo me vasta ver a los enemigos del Gobierno para saber de qué lado pararme".
Pero el tiempo parece haber desgastado el instinto del ex presidente, que como un perro viejo ya no sabe elegir a sus presas. Primero mezcló a todo el campo y creyó que se enfrentaba a la Sociedad Rural sola. Sectores de la sociedad entendieron que la Federación Agraria estaba siendo cooptada por la "oligarquía". Otros, en cambio, rechazaron esa idea y sintieron que defender a los productores no los tildaba de "oligarcas golpistas".
Ahora, la dificultad para elegir enemigos se profundizó. La Justicia es una institución criticada por la sociedad, pero no lo suficiente para pararse del lado del Gobierno en la pelea. Que hay una Justicia buena cuando los fallos favorecen a los K, y otra mala cuando los perjudica, es algo que se percibe a la legua.
En esa lógica se inscribe también las críticas a la Corte Suprema. El tribunal reformado, aireado y mejorado, que durante tantos años fue motivo de orgullo para los kirchneristas, ahora es el centro de las críticas. Que hay una Corte buena o mala según si los fallos favorecen o no al Gobierno, es algo que se percibe a la legua.
Julio César Strassera, el fiscal del juicio a las juntas militares, también se convirtió, momentáneamente, en un enemigo del Gobierno. Que la lucha por los derechos humanos la escriben ellos y no quieren compartir el reparto con nadie, es algo que también se percibe a la legua.
Por último, el Grupo Clarín es hoy el principal enemigo. También hay sectores que siempre criticaron (criticamos) el accionar de Clarín. Sin embargo, gran parte de la sociedad no le importa lo que pasa con los medios, ya sea por desinterés o ignorancia. Además, son muchos los que ya entendieron y percibieron a la legua que los medios oligopólicos eran buenas cuando no criticaban y ahora son malos porque critican.
Iglesia, militares, FMI y Corte Suprema menemista eran enemigos que la mayor parte de la sociedad sentía y sabía de qué lado pararse. Justicia, Corte Suprema kirchnerista y Clarín son enemigos mal elegidos, porque la gente ya no sabe de qué lado pararse. Para peor, ahora también existen los que defienden a todo aquel que es blanco de las críticas del kirchnerismo.
La estrategia de amigo-enemigo, durante muchos años, fue útil al kirchnerista. Incluso, a través de tanto repetirlo, quisieron instalar la imagen de que todo aquel que se les oponía era "golpista" o "máquina de impedir" o, incluso, "gorila". Hoy, por los enemigos que tiene, el Gobierno sólo convence al núcleo más cercano de defensores. La estrategia pudo ser buena o mala, pero una cosa, después de casi ocho años, quedó clara: de buscar consensos, ni hablar.

martes, 5 de octubre de 2010

Hay senadores que aumentaron hasta 300% sus bienes en un año

El Senado se convirtió en los últimos tiempos en un lugar clave de la política argentina, donde se pelea el último round para aprobar una ley y muchas veces con final de suspenso. Pero sus integrantes no sólo tienen destreza para los debates públicos, sino que también son empresarios de los más variados rubros y tienen gran habilidad para aumentar su fortuna. Durante el último año 2009, la mayoría de ellos hizo crecer su patrimonio y con porcentajes que llegan a rozar el 300 por ciento.

Entre los cinco que más crecieron encabeza la lista el sanjuanino Roberto Basualdo, seguido por senadores de distintos colores políticos como el ultrakirchnerista Jorge Banicevich o el jefe del bloque radical Gerardo Morales. Los porcentajes se calcularon comparando los bienes de las dos últimas declaraciones patrimoniales, que fueron completadas por los propios legisladores y que PERFIL solicitó a la Secretaría Administrativa del Congreso.

El primer lugar del ranking corresponde a Basualdo, que ganó su banca en el año 2005, está aliado con el peronismo federal y se opone al gobernador kirchnerista José Luis Gioja. Si bien ya era propietario de unos 40 millones de pesos, sus últimos números informan que su patrimonio habría trepado hasta unos 170 millones de pesos. Los mayores crecimientos aparecen en el rubro de las acciones, donde se desprendió de cuotas de 38 millones de pesos de su compañía Roberto Basualdo SA y después compró títulos por un total de 80 millones. También se elevaron sus ahorros de manera sideral, que pasaron de 29 mil pesos hasta los 79 millones, incluyendo un “plazo fijo exterior” de 15 millones de dólares.

El segundo lugar le corresponde a la riojana Teresita Quintela, quien integra el bloque del kirchnerismo en el Senado, pero que también se destacó en las noticias por votar en contra de la famosa Ley 125 del campo.

La senadora tiene mucho menos bienes que Basualdo, pero el porcentaje de aumento de su patrimonio fue notable. Los incrementos más destacados fueron en el dinero que tiene ahorrado, que subió desde los 40 mil pesos hasta llegar a los 255 mil. También saldó una deuda hipotecaria de 800 mil pesos con el Banco Credicoop, manejado por el banquero kirchnerista Carlos Heller.

Más abajo se ubica Gerardo Morales, el jefe del bloque de la UCR y una de las principales espadas de la oposición en el Senado. El ítem que hizo elevar su porcentaje fueron los inmuebles, donde declaró cuatro propiedades más que el año anterior, aunque figura comprado hace algunos años . Además, el valor de su Toyota Hilux apareció más elevado.

Completando el listado se encuentra Jorge Banicevich, el santacruceño que accedió a una banca en reemplazo de Judith Fortsmann, la amiga del matrimonio Kirchner que falleció el año pasado.

El senador se equivocó al incluir –en la declaración del 2009– dos automóviles que compró durante este año, aunque también se elevaron otros rubros de su economía. Y en la quinta posición quedó Emilio Rached, el santiagueño que primero fue “radical K” y ahora retornó a las filas de su partido, después de su polémico voto en la Resolución 125.

Basualdo y Gioja. Los sanjuaninos lideran el top 10 patrimonial

Según las declaraciones juradas que los senadores tuvieron que presentar a mediados de este año, Roberto Basualdo es el que tiene el patrimonio más grande. Su fortuna, según sostiene el propio sanjuanino en las planillas, supera los 170 millones de pesos. Tiene una diferencia de unos 140 millones de pesos con el segundo: su comprovinciano César Gioja.

Sin embargo, entre las declaraciones que el Senado difundió esta semana (luego de que las aprobara la Escribanía General del Gobierno) hay alguien que supera a Basualdo. Se trata de Roberto Urquía, quien finalizó su mandato en diciembre último. El empresario cordobés, dueño de Aceitera General Deheza, declaró que dejó su banca con un patrimonio de $ 296 millones.

Gioja tuvo una alta exposición mediática en las últimas semanas, a raíz del debate de la ley de glaciares. Según su declaración patrimonial, el hermano del gobernador sanjuanino tiene poco más de 29 millones de pesos. Entre sus ingresos, están contabilizados los de las empresas mineras de su propiedad.

El podio de los más ricos del Senado lo completa Josefina Meabe. La correntina asumió en diciembre, con el aval de la Sociedad Rural de su provincia, razón que la avaló para quedarse con la presidencia de la Comisión de Agricultura. Su fortuna es de $ 19 millones. La mayor parte es por las propiedades que posee en Corrientes.

Adolfo Rodríguez Saá es el siguiente en el listado, con 12 millones de pesos. Lo curioso es que en su declaración jurada, el puntano dejó en blanco el ítem “bienes inmuebles radicados en el país o en el extranjero”, por lo que jura no tener ninguna casa o departamento a su nombre. La mayor parte de su fortuna proviene de las acciones de tres empresas (Las Aguilas SA, Payne SA y Cafulcura SA).

El top ten lo completan Pablo Verani, Rojkés de Alperovich, Juan Carlos Romero (los tres con más de 7 millones), Carlos Reutemann (6 millones), Guillermo Jenefes (5 millones) e Hilda Duhalde (4 millones).

Glaciares: Entre el veto y la ley, provincias y mineras hicieron su negocio

Casi dos años pasaron desde que Cristina Fernández de Kirchner decidió vetar la ley de glaciares hasta que el Congreso consiguió aprobar, esta semana, una nueva ley. Sin embargo, la falta de diferencias sustanciales entre la nueva norma y la que fue vetada dio lugar a suspicacias, que se basan en la teoría de que el tiempo que pasó fue beneficioso para las empresas mineras y las provincias involucradas. La puesta en marcha del proyecto Pascua-Lama en San Juan y la sanción de leyes más permisivas en algunas de las provincias son los principales ejemplos.

El 22 de octubre de 2008, la Presidenta vetó totalmente la ley sancionada por el Congreso. Allí, la principal objeción (se realizaron otras menores que fueron mejoradas) estuvo puesta en el artículo 6, que es el que prohíbe diversas actividades en las zonas glaciares y algunas, como la minería, también en las periglaciares. Según el decreto, “el establecimiento de presupuestos mínimos no puede limitarse a la absoluta prohibición de actividades” y, de regir el artículo, “podría afectar el desarrollo económico de las provincias involucradas”. El artículo en cuestión que aprobó el Senado es casi el mismo. Así, se desoyeron objeciones de la Presidenta, como que no se tomaban en cuenta obras en pasos fronterizos o que la minería podía realizarse “en perfecto cuidado del medio ambiente”.

Así surgió la duda de por qué lo que antes fue vetado ahora se promulgaría sin problemas. El senador sanjuanino César Gioja reconoció que el Gobierno “pagó un costo político exagerado” por el veto. Desde la oposición, sin embargo, ven una intencionalidad en la decisión de vetar la norma. En primer lugar, la mira está puesta en el proyecto Pascua-Lama, que prevé una inversión de 4 mil millones de dólares. Al momento del veto, el proyecto realizado por la firma canadiense Barrick Gold estaba en proceso de exploración. Ya tenía el informe ambiental aprobado (en el texto la empresa llegó a plantear la posibilidad de mover de lugar los glaciares Toro Uno, Toro Dos y Esperanza, pero en Chile no lo permitieron). Además, la zona donde se hace la extracción de agua estaría en área periglaciar.

Sin embargo, fue después del veto cuando comenzó el proceso de explotación. En abril de 2009 se firmó el acuerdo tributario entre la Argentina y Chile. Ese pacto, además, es secreto y es investigado en la Justicia porque supuestamente perjudicaría a la Argentina. Un mes después, Cristina anunció la puesta en funcionamiento de la mina. Y en junio de este año, la Presidente, varios gobernadores y los representantes de Barrick se reunieron para apoyar el acuerdo.

En segundo lugar, se sospecha que el veto sirvió para que las provincias con emprendimientos mineros tuvieran antes su propia ley de protección de glaciares. Y la coincidencia de fechas alienta las sospechas de que se trató de una estrategia conjunta de los gobernadores. Jujuy y la Rioja aprobaron, el 8 de julio último, una ley provincial en tiempo récord. Y San Juan aprobó su norma el 14 de julio, apenas unas horas antes de que Diputados le otorgara media sanción al proyecto. En todos los casos, la potestad de controlar a las empresas mineras fue concedida a los gobiernos provinciales.