LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

FAA coopera con el Gobierno en la distribución de subsidios

El dinero fue un factor fundamental para la creación de la Mesa de Enlace de las entidades agropecuarias. Hoy el dinero también está siendo un factor fundamental en su división. Mientras la Federación Agraria (FAA) se muestra cada vez más lejos de sus socios ruralistas, éstos denuncian que los productores de la entidad comandada por Eduardo Buzzi son los principales beneficiarios de los planes del Ministerio de Agricultura. E incluso sostienen que los recursos bajan a los territorios a través de las propias filiales de FAA.

Esta situación la ratifican desde diversos sectores del ruralismo. No sólo aquellos que están enfrentados a Buzzi lo reconocen, sino también dirigentes de la Federación Agraria. “Es cierto, los productores de Federación están siendo los más beneficiados por los planes del Gobierno”, coinciden todas las fuentes consultadas.

La dinámica que se suele repetir, sobre todo en territorio bonaerense, es que los recursos de los distintos programas son distribuidos por las filiales de la Federación Agraria. O en todo caso, forman parte del proceso de decisión junto a las secretarías de Producción de los municipios. “Antes los municipios convocaban a representantes de cada entidad, de las sociedades rurales, las filiales y las cooperativas, para decidir cómo se distribuían los planes. Ahora sólo lo hacen con las filiales”, describió un ruralista de otra entidad.

Las primeras señales comenzaron a surgir con los beneficios por la emergencia agropecuaria, especialmente para los productores de trigo del sudoeste bonaerense. “Patagones, Adolfo Alsina, Saavedra, Pringles, son algunos municipios donde las filiales participaron junto al intendente”, enumera un dirigente de FAA, de los que no adhieren a la política de aceptar los subsidios del Gobierno. El titular de la filial de Pringles, por ejemplo, generó un cimbronazo en junio cuando compartió un acto con Cristina Kirchner. Unos días después, reconoció que el propio Buzzi le pidió que participe y que brinde un “mensaje de racionalidad y convivencia”.

En Chacabuco, en tanto, se estuvo distribuyendo el Plan Federal Bicentenario de Ganados y Carnes. Según denuncian miembros de Carbap, de 77 productores que recibieron subsidios (de entre 2 mil y 10 mil pesos), setenta son de FAA.

Esta semana estaba previsto que se ponga en marcha un plan para fomentar la cría de cerdos. “Lo articularían las filiales”, reconoció un dirigente de FAA. El programa establecería un subsidio de hasta 10 mil pesos para productores porcinos. En Pirovano, el presidente de la filial de Federación Agraria ya recibió el dinero en efectivo (unos 100 mil pesos), para distribuir 14 subsidios de 7 mil pesos entre los productores apenas se ponga en marcha la iniciativa. En Carlos Tejedor estarían en la misma situación, pero con más subsidios.

Pero no sólo en Buenos Aires llegaron los fondos. Alfredo de Angeli, titular de la FAA de Entre Ríos, también cosechó beneficios. Hace diez días, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, visitó la cooperativa agrícola Delta Limitada y se juntó con De Angeli. Allí, se firmó un convenio para incentivar la actividad apícola y ganadera por un monto de más de 450 mil pesos, que se distribuirá entre pequeños y medianos productores entrerrianos.

PERFIL quiso consultar con Buzzi sobre la política de distribución de beneficios oficiales a través de la FAA, pero no obtuvo respuesta.

Para todos. Sin embargo, hay quienes dicen que todas las entidades se vieron beneficiadas por los recursos que comenzó a distribuir Domínguez. “CRA y Sociedad Rural se vieron beneficiadas por los subsidios que reparte la Oncca, para la lechería y la ganadería. Y Coninagro también firmó convenios”, explicó un agrodiputado.

Desde la cartera de Agricultura reconocieron que “la orden que había dado Néstor Kirchner era cooptar a los pequeños y medianos productores”. Allí se entiende la estrategia de Domínguez de congeniar con Buzzi. “Pero (Carlos) Garetto también está”, advierten. De hecho, hace poco más de un mes el titular de Coninagro firmó un convenio con el ministro para apoyar a las cooperativas. “Domínguez es un ministro dialoguista, con una chequera abundante. Y los de FAA son los más vulnerables. Con 500 millones rompió la Mesa”, concluyó un ruralista.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Un show, plagado de hipocresía

Graciela Camaño, de rosa, se va. Carlos Kunkel, sentado, se ríe. Ella le acaba de pegar una cachetada en la cara. Y como si fuera una película grotesca, así terminó la reunión de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. Una reunión convocada para analizar las supuestas presiones y extorsiones que se dieron en la sesión del miércoles último, cuando se debatía el Presupuesto 2011.
La comisión fue un show, plagado de hipocresía. Un show montado por algunos sectores de la oposición, liderados por Elisa Carrió, con el que intentaron sacar provecho de la escandalosa sesión, en la que desde ministros a legisladores, pasando por funcionarios y gobernadores, hicieron de todo para convencer a diputados opositores para que se retirasen a la hora de la votación y permitiesen así un triunfo oficialista. Es una realidad que llamaron, ofrecieron, operaron y apretaron. No es la primera vez que pasa y, probablemente, no será la última.
Carrió entendió hace tiempo la relación entre las denuncias y los medios. Sabe como transformarlas en noticias. El problema fue que las únicas denuncias que tenían para presentar en este caso eran endebles, pero de todas formas montaron el espectáculo. Cynthia Hotton llamó a Patricia Fadel en medio de la noche para hablar de otro proyecto. Esta, supuestamente, le habría pedido que se retirase mostrándole el abanico de posibilidades que se le abría. Pero no hay pruebas de ofertas. Elsa Alvarez contó que recibió cuatro llamados. En uno le insinuaron que se podían perder obras para su municipio, Puerto San Julián, Santa Cruz. Y en otra quisieron comunicarla con De Vido. Pero de ofertas concretas, nada. Y Carrió se dedicó a relatar "todo" lo que había escuchado durante esa fatídica jornada. Lo mismo que los medios publicaron los días siguientes. Todas versiones, nada concreto si los protagonistas no lo ratifican.
Los que recibieron los llamados más fuertes, los que llegaron a escuchar que les ofrecían cifras, y que después les decían que esas cifras no tenían límites, no hablaron. Son los siete diputados del Peronismo Federal, que durante la sesión les contaban a sus pares todas sus conversaciones con gente del kirchnerismo. Pero a la hora de denunciar, se callaron.
También hubo hipocresías en la comisión. Son hipócritas aquellos legisladores, sobre todo del oficialismo, que muestran un escenario de rectitud en el Parlamento. "Acá todos recibimos presiones, y de todos los sectores de la sociedad", argumentaba una diputada. Es cierto, pero con ese argumento encubre que hay diputados que recibieron ofertas. Y si se hacen ofertas, es porque el terreno es proclive a hacerlas. "Y si a alguien le ofrecieron una coima debe declararlo en la Justicia", insistió. No es tan fácil. Hay quienes tienen miedo de denunciar. Hay quienes no pueden denunciar porque temen ser denunciados también. Hay de todo. Pero pretender que la política argentina es pura y santa, es una hipocresía.
"Dicen que esta sesión incluso superó a la de la 125, porque llegaron a ofrecer plata", le pregunté el otro día a una diputada del Peronismo Federal. "Pero no dudes que en la 125 también hubo plata", contestó, tajante. Los dirigentes saben que hay coimas. Lo sabían en los negocios con Venezuela, pero si los empresarios involucrados no declaran no hay pruebas suficientes. Lo saben en las obras públicas, pero si nadie confiesa, no hay pruebas. E incluso, todos lo sabían en las coimas del Senado, con la famosa Banelco, pero hasta que no apareció el arrepentido valijero, Mario Pontaquarto, nada se pudo hacer.
Hubo show, y terminó en escándalo. Hubo hipocresía, y complicidad con la corrupción. Y una vez más, el debate brilló por su ausencia y el Presupuesto quedó en nada.

lunes, 15 de noviembre de 2010

De encrucijadas, divisiones e hipocresías

El debate del Presupuesto 2011 está dejando en evidencia las hipocresías del arco oficialista y las divisiones que vive el espectro opositor. Durante siete años el kirchnerismo trató a la ley de leyes como si fuera una mera formalidad.
El proyecto llegaba al Congreso, se hacían los debates de ocasión con las presentaciones de los funcionarios de diferentes áreas y luego se aprobaba en ambas cámaras, con el aval de la mayoría automática con la que gozó. Ese presupuesto, además, contó con los mismos dibujos que hoy se ven: cifras macroeconómicas subestimadas. Siempre los Kirchner dijeron que el país iba a crecer menos de lo que se preveía. Siempre dijeron que la inflación iba a ser menor a lo que finalmente fue. Algunos oficialistas defienden la medida, diciendo que es preferible quedarse corto a pasarse de largo, porque después es más difícil hacer recortes si la plata recaudada es menor a la estimada. Pero lo cierto es que esas subestimaciones le permitieron al Gobierno gastar todos los excedentes (cientos de millones de pesos en estos años) de manera discrecional. Las diferencias, en algunos casos, son burdas (como decir que el año que viene la inflación será sólo del 8%). Además, el uso de los superpoderes fueron comunes y permitieron al Ejecutivo cambiar el destino de los recursos sin el previo debate parlamentario.
Este año, sin la mayoría automática en el Congreso, el debate asumió un tamiz diferente. "No nos pueden dejar sin presupuesto", dice el Gobierno. Pero no hace nada para evitar quedarse sin presupuesto. Pretende que se apruebe tal como quiere el oficialismo. Sin cambios, sin debates, sin reconocer que las mayorías en el Parlamento ahora son otras. E incluso funcionarios y legisladores lo plantean con un cinismo inusitado: quieren que los legisladores, para dejar gobernar a la Presidenta, aprueben el proyecto tal como está. Sin debatir. Sin trabajar (¿para qué están si no es para analizar si un proyecto es bueno o malo?).
"No le vamos a aprobar otra mentira", replica un sector de la oposición. "Nuestra intención es que el Gobierno tenga presupuesto, pero con cambios", dubita otro grupo. La muerte de Kirchner tuvo sus efectos en el debate, ya que hay muchos opositores que quieren evitar quedar como victimarios de una viuda. Por eso se encuentran ante una encrucijada: aprobar un presupuesto que reconocen como falaz o rechazarlo y permitir que el Gobierno se victimice.
Además, se abre una segunda encrucijada. El Gobierno ya avisó que de no tener presupuesto, prorrogará el de este año. Así, gobernaría a través de decretos y con el uso de los superpoderes. Sectores de la oposición quieren evitar que eso ocurra, porque dicen que así tendrá mayor discrecionalidad todavía. Otros, en cambio, retrucan que de una manera u otra el Gobierno "hace lo que quiere" con los recursos.
En el medio, y a pesar de las diferencias, un amplio grupo opositor logró consensuar un dictamen. Mantiene la estructura del proyecto del Gobierno (buscan evitar que les digan que quieren imponer su propio programa), pero le cambia las estimaciones, le corta discrecionalidad y le suma algún proyecto, como el 82% móvil para los jubilados. Pero por ahora tampoco consiguen sumar el número necesario para aprobarlo, y el oficialismo rechaza toda posibilidad de negociación.
Ante este panorama, algunos opositores prefieren llegar a algún acuerdo, que permita aprobar el Presupuesto, pero con algunos cambios en particular (que después, probablemente, vetaría la Presidenta). Los otros opositores los acusan de acuerdistas, de pactar con el Gobierno.
Ahora el escenario cambió. Luego de la escandalosa sesión del miércoles último, con un kirchnerismo desbocado intentando convencer a legisladores para que se levanten de sus bancas, los movimientos de todos van a estar en la mira. Los que estuvieron ausentes, se sentarán en su banca, para evitar quedar de nuevo en la mira (todos pusieron una excusa, que difícilmente se pueda volver a repetir). Los que tenían pensado llegar a un acuerdo y permitirle al Gobierno tener su presupuesto van a tener que pensarlo dos veces. Pero entonces vuelven a surgir las encrucijadas: ¿le regalan el escenario de victimización al Gobierno? ¿y además le dejan tener mayor discrecionalidad el año próximo?
El miércoles pasado lograron una salida elegante. Mandaron el proyecto de nuevo a comisión, para que se siga debatiendo. No fue un rechazo, pero le pegó en el palo. El oficialismo ya anunció que no tiene intenciones de seguir debatiéndolo. Por lo tanto, el Presupuesto volverá al recinto y la oposición se enfrentará a los mismos dilemas. Pero las diferentes interpretaciones que seguramente tendrán no favorecerán a resolverlos.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Problemas de columna

Por Alcira Argumedo
Diputada Proyecto Sur

Hace pocos días el jefe de gabinete Aníbal Fernández afirmó que la CGT de Hugo Moyano -quien también ha sido designado presidente del PJ de la provincia de Buenos Aires- es la columna vertebral del kirchnerismo. Esto nos lleva a analizar la estructura de poder de esta fuerza política, que en realidad tiene en la CGT sólo uno de sus pilares fundamentales, con estribaciones en José Pedraza de la Unión Ferroviaria, responsable del negocio de la terciarización de trabajadores y sospechado por su participación intelectual en el asesinato de Mariano Ferreyra. Sin considerar los problemas vinculados con el tráfico de medicamentos adulterados que llevaran al procesamiento del bancario Juan José Zanola y de Héctor Capaccioli, encargado de finanzas de la campaña presidencial del 2007. Un segundo pilar lo constituyen los barones del conurbano bonaerense -Mario Ishii, Hugo Curto, Alejandro Granados, Raúl Othacehe, Juan José Mussi, entre otros- cuyo accionar ha sido poco efectivo contra los desarmaderos de autos, la trata de personas y la distribución de paco en sus territorios. El tercer pilar está conformado por los gobernadores aliados -José Luis Gioja de San Juan, Jorge Capitanich de Chaco, Maurice Closs de Misiones, Luis Beder Herrera de la Rioja o Gildo Insfrán de Formosa- entre cuyos méritos se destacan los acuerdos con la Barrick Gold o Minera Bajo La Alumbrera para la explotación de minería a cielo abierto, la devastación de bosques nativos con el despojo de tierras de comunidades indígenas y campesinas o los planes de hambre cero que no evitan la muerte de chicos a causa del hambre por culpa de sus padres. Finalmente, está el pilar de los grupos de negocios que integran nombres como Cristóbal López, Franco Macri, Sebastián Eskenazi, Lázaro Báez, Eduardo Eurnekian y Eduardo Gutiérrez, Matías Garfunkel, Sergio Szpolski o Raúl Moneta, vinculados al petróleo, minería, concesiones viales, aeropuertos, juego, grandes constructoras, finanzas, telefónicas, medios de comunicación y similares. No puede negarse que estos pilares, con diverso tipo de relaciones entre sí, constituyen uno de los sectores de la derecha en Argentina.

Por ello nos permitimos dudar que con esta base de poder real pueda construirse un proyecto de corte nacional y popular. No obstante, existen otros actores: organismos de Derechos Humanos, movimientos sociales, grupos de periodistas e intelectuales, organizaciones juveniles y sectores políticos aliados de centroizquierda, que conforman una legítima faceta progresista, aunque es difícil concebir su convivencia con los pilares del poder real cuya existencia tiende a velarse en los discursos o a ignorarse cuando se acusa a Proyecto Sur de establecer acuerdos con otras expresiones de la derecha en el Parlamento: la paradoja es que Proyecto Sur nunca votó leyes propuestas por esa derecha; más bien fuimos apoyados en iniciativas como la Ley de Protección de Glaciares y la creación de una Comisión Bicameral para la Auditoría de la Deuda Externa o se aceptaron nuestros aportes en casos como la Ley de Reforma del Consejo de la Magistratura. Los programas radiales y televisivos cada vez más numerosos, emitidos por los medios de comunicación controlados o financiados por el oficialismo, tienden a difundir y reiterar una mirada que solamente muestra la faceta progresista de la política kirchnerista, eludiendo su vinculación con los pilares del poder real. Lo cual es aceptable en términos de propaganda política; pero no puede negarse la existencia de una manipulación de la información: manipular información no significa mentir; simplemente se trata de decir verdades a medias remarcando en forma sistemática determinados aspectos y silenciando, también en forma sistemática, otros aspectos que dan cuenta de la composición integral del conjunto.

El debate en el Parlamento sobre la Ley de leyes del Presupuesto Nacional, puso en evidencia una metodología que fuera utilizada profusamente durante los últimos años: cooptar conciencias con el propósito de dividir a quienes se les oponen y debilitarlos, al lograr que una fracción de esos opositores se vuelquen hacia su campo formulando duras críticas a sus anteriores pertenencias o simplemente garantizando el apoyo a determinadas medidas. La UCR sufrió esta metodología -al margen de sus resultados posteriores- con Julio Cobos y las fracciones de radicales K; diversos organismos de Derechos Humanos, movimientos sociales y otros grupos políticos, asimismo la sufrieron. Ahora, ante los problemas de columna causados por la CGT de Moyano, todo indica que se busca la división de la CTA, de modo tal que la fracción de esta central de trabajadores encabezada por Hugo Yasky, sea la parte progresista mostrable del mundo sindical. En las últimos semanas, hemos detectado la utilización de estos métodos en Proyecto Sur: la idea sería promover una disidencia susceptible de ser utilizada en artículos y entrevistas de Página12 o programas como 6,7,8 y similares en radio y televisión. Imaginemos: “Un amplio sector de Proyecto Sur deja ese movimiento con duras críticas a la conducción y se vuelca hacia la militancia en el movimiento nacional y popular kirchnerista”. Esta película ya la vimos en julio del 2008 y, con otros matices, en la campaña “Pino, devolvenos el voto” que incluía canciones de dudosa calidad estética y moral. Con referencia a la noche del escándalo, no podemos afirmar que hacia nosotros existiera un intento de soborno: a las 0.55 horas del jueves y antes de la votación final, cuando era evidente que Proyecto Sur podía definir para uno u otro lado, el secretario parlamentario del Interbloque Proyecto Sur, Mario Mazzitelli, recibió una llamada de José María -existe un José María en el Ministerio de Planificación- preguntando de parte del Ministro Julio De Vido “Qué piden ustedes para aprobar el presupuesto?” No podemos entonces hablar de eventuales sobornos, ya que en este caso la pregunta hubiera sido “Cuánto piden …”; por el contrario, la formulación “Qué piden…” solamente puede interpretarse como una sana intención de conocer nuestros deseos.

Cuatro ministros encabezaron el operativo presión

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, fueron los miembros más encumbrados del Gobierno que lideraron el operativo para convencer a diputados de que se retiraran de sus bancas y permitieran la aprobación del Presupuesto 2011. Pero no lo hicieron solos, los ministros Carlos Tomada (Trabajo) y Julián Domínguez (Agricultura), y una lista de secretarios, gobernadores, legisladores y dirigentes aislados también se sumaron al raid.

El kirchnerismo dio inicio a la sesión del miércoles último en la Cámara de Diputados con la tranquilidad de que iban a conseguir aprobar el Presupuesto 2011. Sin embargo, con el correr de las horas, y luego de que Elisa Carrió y Pino Solanas denunciaran un nuevo “Pacto de Olivos”, la incertidumbre sobre el resultado final inundó el ambiente y los teléfonos de los diputados comenzaron a sonar.

“Los ministros fueron más medidos y preguntaban si existía alguna posibildad de acuerdo. Pero de ahí para abajo se desbocaron, ofrecieron de todo”, le explicó a PERFIL un diputado del Peronismo Federal. Otro colega suyo aventuró: “A mí me parece que Rossi (Agustín, jefe de bloque) pidió auxilio porque los números no le daban y salieron todos, de manera desordenada, a rescatarlo”. Y enumeró las diferentes propuestas que escuchó que se hicieron durante la madrugada. “Decime lo que querés”, fue la frase que más se repetía, pero también hubo promesas de obras para las provincias, de plata y de viajes (a uno le habrían ofrecido un viaje a China). Pero también hubo aprietes: “A otro diputado lo apretaron con darle impulso a una causa penal que tiene”.

“Empezaban con una cifra, pero después decían que esa cifra no tenía límite. Y también prometían reelecciones o reuniones con la Presidenta”, indicó otro diputado. La cifra inicial, según se comentaba en los pasillos, era 50 mil pesos.

El foco de atención de los kirchneristas estuvo en el bloque del Peronismo Federal, que conduce Felipe Solá. Por lo menos siete miembros de esa bancada fueron contactados para torcer su posición, pero ninguno de ellos quiso hacerlo público. Según pudo constatar PERFIL, tres de ellos son Estela Garnero, Lorena Rossi y Mauricio Ibarra. La primera fue insistentemente llamada desde la Gobernación de Córdoba. Schiaretti buscaba convencerla de que votase a favor del proyecto, como su comprovinciano Francisco Fortuna. Rossi, de Río Negro, habría sido llamada por dos ministros (Tomada y Domínguez) y por su líder político, Julio Arriaga, que estuvo con Solá y ahora se codea con Miguel Pichetto. Al sanjuanino Ibarra, en tanto, lo llamaron desde el despacho de De Vido, pero no atendió.

El salteño Marcelo López Arias, del bloque peronista, también fue contactado. Alrededor de las 23 estaba junto a un grupo de colegas cuando le sonó el teléfono: era Aníbal Fernández. Una diputada describió cómo eran los diálogos más comunes: “Colaborá con el proyecto”, decían los kirchneristas. “Me hubieran llamado antes, y veíamos si podíamos llegar a un acuerdo, ya es tarde”, recibían como respuesta.

A los casos ya conocidos de Cynthia Hotton y Elsa Alvarez, que denunciaron en el recinto que las habían llamado para pedirles que se retirasen, se suma el de Mario Mazzitelli, secretario parlamentario de Proyecto Sur. Un conocido lo llamó para preguntarle si lo podía llamar alguien en nombre de De Vido y él aceptó. Cerca de la una, esa persona, de nombre José María, lo llamó y le preguntó qué pedían. La respuesta incluyó las propuestas del bloque, por lo que no hubo mucho más de que hablar. Se sospecha que José María se trataría de Olazagasti, secretario privado del ministro.

El resultado, después del escándalo, fue que trece diputados de la oposición quedaron en la mira por haberse ausentado sin dar explicaciones a los presidentes de sus bloques.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El cobismo debate si el vice debe adelantar su licencia o renunciar

Desde la semana pasada, el cobismo entró en una fase de intensos debates. La muerte de Néstor Kirchner, con el consecuente cimbronazo que generó en el escenario político, no dejó indemne a Julio Cobos. Por eso, entre sus filas están los que ya pretenden que rediseñe su estrategia, con una eventual renuncia o pedido de licencia a la vicepresidencia, y los que creen que es necesario ser prudentes y esperar.

El primero en dejar en evidencia está indefinición fue Oscar Aguad, presidente del bloque de diputados del radicalismo, quien el viernes dijo que Cobos debería “replantear su estrategia”. Ayer, en diálogo con PERFIL, aclaró que para él “los tiempos se han anticipado”. “A la luz de los acontecimientos, que no sólo es la muerte de Kirchner sino el nuevo escenario donde el kirchnerismo ya tiene un candidato presidencial, hay que construir rápidamente la alternativa”, explicó el cordobés. De todas formas, advirtió que Cobos no debe renunciar a la vicepresidencia, pero dejó la puerta abierta para que anticipe su pedido de licencia. Esa es la decisión que el mendocino siempre especuló con tomar para así evitar renunciar a su mandato, pero la pensaba recién para marzo.

La semana pasada, el vice decidió bajar el perfil, por motivos políticos pero también personales (tiene a su madre y a su suegra con problemas de salud). Por eso, estuvo desde el jueves en Mendoza. Juan Carlos Jaliff, uno de los dirigentes más cercanos, analizó con él el panorama político: “En el partido, y en nuestro sector, hay gente ansiosa, pero no es momento para que hable o tome definiciones”. “No hay que dejarse ganar por la ansiedad, el escenario es muy volátil”, le definió a PERFIL. Gente que compartió reuniones con Cobos esta semana asegura que se expresó en el mismo sentido. “En los últimos días le escuché decir: ‘Vieron que no había que apurarse, que la política en este país es muy dinámica’”, relató un testigo de los encuentros.

El perfil bajo seguirá en el transcurso de esta semana. “Con Julio hablamos que lo más prudente es el silencio por estos días, ya que cualquier manifestación de él no va a ayudar en nada”, confesó Jaliff, quien además consideró que Cobos “está siendo más respetuoso que el propio peronismo por la muerte de Kirchner”. Mañana, además, el mendocino va a quedar en ejercicio de la presidencia, a raíz del viaje de Cristina Kirchner a la reunión del G20 en Corea del Sur. Recién a su regreso, Cobos tiene previsto retomar su agenda político-partidaria.

Un importante dirigente del partido, en tanto, afirmó que vio “golpeado” a Cobos la última semana. Los cantos en su contra de los militantes kirchneristas en los funerales del ex presidente no fueron poca cosa: fueron seguidos en vivo por televisión por millones de personas. Desde su entorno, de todas formas, aseguran que lo tomó con tranquilidad, pero reconocen que le afectó la actitud del senador Pedro Guastavino, que en la sesión homenaje lo criticó.

Esta situación, además, generó que circulase el rumor de que estaban encargando encuestas que incluían la pregunta de si debía renunciar. En su entorno aseguran que ellos no encargan sondeos, sostienen que no piensa renunciar, pero admiten que si reciben encuestas con números negativos intentarán “revertirlo desde lo institucional, demostrando que su rol en el Senado es importante”.

Carrió volvió a salir a la calle y visualiza un escenario político algo más tranquilo

Muchas veces, los acontecimientos hablan por sí solos, y en esos momentos, las palabras están de más. Ese es el argumento que esboza Elisa Carrió para fundamentar el silencio al cual se llamó tras la muerte de Néstor Kirchner. Un silencio que, además, no esconde preocupación por el futuro inmediato. La líder de la Coalición Cívica, por el contrario, le transmitió a su tropa una visión optimista sobre el escenario que se abrió.

Los silencios de Carrió, ya son casi una costumbre en la política argentina. En determinado momento, la chaqueña decide que no es momento para hablar en público y se manda a callar. Generalmente, son etapas en las que tiene una visión negativa de la coyuntura. Pero esta vez, es distinto. “Va a estar todo bien, el futuro está abierto”, les comenta a los propios, pidiéndoles que le lleven tranquilidad a la gente.

Esta decisión de la diputada generó apoyos y rechazos. Quienes la critican sostienen que por la importancia política que tuvo el fallecimiento de Kirchner, ella debería haber salido a hablar, por lo menos para expresar sus condolencias. Sus defensores, en cambio, creen que así respetó el duelo de Cristina y evitó quedar como una hipócrita. Recuerdan, para que no queden dudas, que Carrió llegó a denunciar al ex presidente de ser el supuesto jefe de una asociación ilícita.

Ayer, fue el primer día que decidió salir a la calle desde que volvió el fin de semana último de Córdoba, donde estuvo en la Posada del Qenti, el Spa médico que se transformó en el refugio habitual al que Carrió suele recurrir para desintoxicarse del estrés. Allí se internó la semana anterior, porque le había empeorado su diabetes, que la tiene a mal traer, cada vez que tiene un pico de estrés. El descanso hizo efecto, ya que volvió con varios kilos menos.

Ahora, además, tiene un factor menos para estresarse. Durante estos días mantuvo unas pocas reuniones con los dirigentes de la Coalición Cívica en su departamento y se dedicó a rezar. Pero además, le confesó a sus íntimos que puede descansar con mayor tranquilidad. “Con Kirchner se la pasaba pensando qué idea perversa podía estar tramando, ahora con Cristina eso no va a pasar”, cuentan. Y desmienten a quienes piensan que Carrió se alegró con la muerte de Kirchner: sacan a la mesa su profunda fe católica y agregan, además, que ella quería verlo preso.

En la Coalición Cívica no quieren hacer especulaciones sobre el futuro. “Para diciembre vamos a dar definiciones”, viene informando Carrió. Y para eso, se prepara. La semana próxima retomará sus actividades normales, después viajará a México para el casamiento de su hijo mayor y recién estará de regreso a principios de diciembre.

En las reuniones que los dirigentes de su espacio tuvieron en su casa, también se definió que ninguno de ellos dará entrevistas para hablar de la coyuntura política. No quieren quedar como “oportunistas” y prefieren esperar a que el panorama, que ven muy dinámico, se aclare. En ese sentido, una de las cuestiones que más le sorprendió a Carrió es que nadie haya respetado el duelo. “En cualquier país normal, en una situación así tanto el oficialismo como la oposición, suspenden las actividades por una semana”, reflexionó.

Además, fue motivo de su análisis la reacción que genera en el país las muertes públicas. “Es un reflejo de la violencia que impera en la Argentina. Violencia como destrucción. Y su símbolo es la muerte. Por el contrario, el símbolo de la paz es la vida y la muerte es un paso más”, concluyó en una de sus últimas charlas.