LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

martes, 24 de noviembre de 2009

Lo que viene, lo que viene, con optimismo o con pesimismo

"Yo estoy muy preocupado, no veo una salida a esto", me dice un amigo-vecino sobre el devenir de la política argentina. Y, consecuentemente, del país en su conjunto. "Gabi, yo no se cómo hacés para, a pesar de tener más información que nosotros, ser tan optimista", se sorprende un amigo, licenciado en Ciencia Política, mientras debatimos sobre la coyuntura e intentamos aventurar cómo será el futuro mediato e inmediato. Al poco tiempo leo una nota que cita a Juan José Castelli, que antes de morir de cáncer escribió en un papel las que fueron sus últimas palabras: "Si ves al futuro, dile que no venga".
Es muy difícil predecir qué es lo que va a pasar con el país. Néstor Kirchner tiene niveles de rechazo elevadísimos, que hacen casi imposible que pueda volver a ser presidente. En un eventual ballottage perdería con cualquier otro, como Menem hubiese perdido con él. ¿Pero y después quién?, es la pregunta más escuchada. Las encuestas muestran a Julio Cobos como el dirigente de mayor aceptación. Sin embargo, son muy repetidos los comentarios de rechazo hacia el vicepresidente. Incluso de sectores que votarían a algún otro dirigente del Acuerdo Cívico y Social, que por ahora incluye al radicalismo, el socialismo y la Coalición Cívica. Muchos de lo que votarían a Elisa Carrió o a Hermes Binner no votarían a Cobos, y viceversa. Quizás Binner es el que menos rechazo genera, pero también el que menos entusiasma.

En el peronismo el escenario tampoco es muy alentador. Son muchos los que esperan ver derrotado a Kirchner, pero pocos se animan a dar el paso adelante y plantarse como competidores. Felipe Solá lo hizo, pero no tiene el consenso necesario, Eduardo Duhalde también, pero la mayoría piensa que puede ser un buen articulador, pero no un buen candidato. Francisco de Narváez se presenta como peronista, pero son pocos los peronistas que lo ven como uno propio. Mauricio Macri espera que el peronismo disidente lo vaya a buscar para que sea el candidato, pero tiene el mismo problema que De Narváez. Mario Das Neves, gobernador de Chubut, ya se postula, pero como Solá no logra sumar voluntades. Hay varios gobernadores que podrían ser presidenciables, y tienen buena llegada en el PJ, como Jorge Capitanich o José Luis Gioja, pero todavía no se pueden animar a distanciarse de Kirchner, por la necesidad de fondos que tienen, y por el manejo casi dictatorial que el ex presidente hace de los mismos. El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, también puede tener buenas aspiraciones, pero se prepara más para el 2015 que para el 2011. Por último, el candidato más fuerte que tiene hoy el PJ es Carlos Reutteman. Pero el ex piloto de Fórmula Uno se toma su tiempo y no se decide: puede ser una movida inteligente, para no tener una largada en falso y después nunca poder recuperarse; pero también cuando decida arrancar puede llegar a ser demasiado tarde.

Por último, hay un tercer sector que aspira a luchar por la presidencia, o por lo menos ser los terceros en discordia. Es el sector conocido como el de "centroizquierda". Un espacio que está lejos de ser homogeneo y que tiene hoy a Fernando "Pino" Solanas y Martín Sabbatella como sus principales referentes. Pero entre ellos, y sus seguidores, tienen importantes diferencias, que no les permiten unir fuerzas. Además, buscan ser la alternativa al peronismo y al radicalismo, en todas sus vertientes, pero cuentan con dos desventajas: la gran mayoría de esos dirigentes vienen de una u otra de las fuerzas mayoritarias y traen consigo algunas de las peores costumbres de esos partidos, y por otro lado, corren de atrás por no tener una estructura nacional que los respalde e impida que terminen siendo una fuerza testimonial.

Es cierto que el panorama aquí radiografiado no es el más alentador. Pero de todas formas hay ciertas cosas que la sociedad argentina y la dirigencia política tiene que ir aprendiendo. Son más importantes las ideas, que las personas. Los liderazgos son necesarios, pero siempre y cuando detrás de ellos haya un sostén de ideas o principios, sino corren el riesgo que cuando los liderazgos pierdan fuerza, sus estructuras también. ¿Por qué se puede ver el vaso medio vacío? Porque por ahora se sigue mirando nombres, y no partidos. La lista de nombres realizada en esta nota no es más que eso, nombres. Pero detrás de esos nombres hay que poder buscar otra cosa. Muchos de los aquí nombrados tienen un respaldo, pero en otros es una incógnita ¿Por qué se puede ver el vaso medio lleno? Porque después de ocho años de kirchnerismo, que se tienen que cumplir aunque muchos no quieran, los diálogos y los consensos van a ser más que necesarios, casi obligatorios. Los que hoy están en la oposición aprendieron una lección, y saben que gran parte de la sociedad no quiere ver más a los políticos enfrentándose mientras las soluciones más importantes no llegan.

Me quedo con el vaso medio lleno. Me quedo con la idea de que 26 años de democracia es muy poco para poder decir que aprendimos. Me quedo con que las nuevas generaciones tienen que pensar en las cosas que unen, y no en las que separan, algo que a las viejas generaciones parece costarle demasiado. El futuro no es alentador, pero que venga.

3 comentarios:

qwert dijo...

buen comentario...

Alej. dijo...

¿Estabas tomando notas gabito? jaja.
Como dice Mafalda, lo malo de la gran familia humana, es que todos quieren ser el padre.

Anónimo dijo...

FELICITACIONES GABRIEL POR TU ARTICULO!!!.
Hace 3 semanas, en la ceremonia de graduación de mi hijo, el director del Master refiriéndose a la situación actual en nuestro país, dijo algo así como: " ... las viejas generaciones hemos fracasado. .... Opino que es hora de que nos pongamos a disposición de las nuevas generaciones ....".
Yo también me quedo con el vaso medio lleno y a disposición de todos aquellos jóvenes que quieran integrar a la sociedad, sumar en las diferencias y comprometerse con hacer realidad esas soluciones importantes que aún no llegan.