LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Re-formar la política y re-formar los políticos

Por estos días el tema principal que ocupa a los políticos es la reforma política. Una reforma que es necesaria, para mejorar el sistema político y electoral que reina en el país. Pero es necesario que esa necesaria reforma sea profunda, consensuada y logre perdurar en el tiempo. Porque sino, como todos los últimos cambios que se hicieron en la materia, termina siendo para una conveniencia coyuntural de uno o unos. Y en este caso, como los últimos temas importantes que se "debatieron", todos dicen que "es necesario una reforma", pero no se ponen de acuerdo ni en los cómos ni en los cuándos.
¿Porqué hay que reformar? Porque es necesario transparentar las elecciones y para ello las propuestas de boleta única y de una autoridad electoral independiente son un buen paso. Ninguna de ellas está en el proyecto oficial. Porque es necesario fortalecer el sistema de partidos, logrando que las agrupaciones políticas vuelvan a reconciliarse con la sociedad, representando cada una a los diferentes sectores de la sociedad. Para esto hay mil opciones, que deben debatirse con profundidad y lograr los máximos consensos. Las primarias abiertas para seleccionar candidatos y la igualdad en la distribución de espacios publicitarios en la campaña pueden ser un buen paso. Ambos están en el proyecto oficial, que debería incluir regulaciones claras para la publicidad oficial en ese período. Y también porque es necesario reducir el número de partidos, pero respetando a las minorías y eliminando los sellos de gomas o pymes electorales. Hay muchos partidos que sólo funcionan para recaudar plata del Estado. Sus dueños se los "alquilan" a candidatos que necesitan de un partido para presentarse en la elección y se quedan con los fondos estatales. Para esto, hay que buscar mecanismos para poder diferenciar los sellos electorales de los partidos chicos. El número de afiliados, sin duda, no es la mejor opción. Y más aún cuando hoy en día la sociedad tiene nuevos vínculos con los partidos: se puede ser más representantivo que otros, pero con muchos menos afiliados.
De hecho, una reafiliación obligatoria para todos los partidos, como proponen muchos, demostraría que hasta las grandes estructuras como el PJ y la UCR tendrían muchos menos afiliados que en la actualidad.
Pero lo más importante de la reforma política es que se reformen los partidos y los políticos. Que tengan proyectos a largo plazo, que tengan cuadros valiosos por sus conocimientos y capacidades y no por su imagen mediática, que cumplan con lo que se propone en la campaña, que sepan que la rotación en el poder es beneficiosa porque obliga a unos y otros a buscar superarse, que puedan arribar a consensos en temas claves con otras fuerzas, que tengan grandes líderes pero que no dependan de una persona, que tengan una ideología clara que no vaya cambiando según los gobiernos. Y sobre todas las cosas, que no roben o sean complices de la corrupción.

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