LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

martes, 1 de diciembre de 2009

Una semana política

Hay semanas en las que la política habla de las cosas que a la gente más le importa: la pobreza, la educación, la salud, el trabajo, la seguridad y un sin fin de etcéteras. Pero hay otras en las que se dedica a resolver sus propios problemas. Problemas que a la larga pueden terminar afectando a la sociedad, aunque esta no lo perciba.
Esta semana va a ser una de esas en las que los políticos se van a enfocar en sí mismos. Por un lado, en la Cámara de Diputados juran los nuevos diputados (entre los que van a estar Néstor Kirchner, Elisa Carrió, Felipe Solá, Gabriela Michetti, Francisco de Narváez, Pino Solanas y muchos otros dirigentes de renombre) y se define quiénes serán las autoridades de la Cámara y cómo se van a conformar las comisiones. Es un tema que puede no significar mucho para el común de la gente. Sin embargo, cómo queden la composición de las comisiones es un detalle clave. Las comisiones asesoras en el Congreso es donde un proyecto empieza a ser tratado. Durante estos años, fue muy difícil que iniciativas que no sean del oficialismo hayan podido siquiera ser tratados en esas comisiones, porque el kirchnerismo siempre tuvo la mayoría. En el recinto y en las comisiones. A partir del 10 de diciembre, cuando asumen los diputados que juran este jueves, los K pierden la mayoría en el recinto, por lo que la oposición quiere que eso también se vea reflejado en las comisiones. Para eso llegaron a un amplio acuerdo, que va desde el PRO hasta los grupos de centroizquierda, pasando por la UCR, la Coalición Cívica y el peronismo disidente. Son casi 140 diputados. Y pese a que se necesitan 129 para ser mayoría, temen que el kirchnerismo aplique todo el poder del Estado para cooptar a varios dirigentes.
El jueves tiene que haber definiciones sobre este tema. Pero hasta el jueves, y probablemente después del jueves también, va a seguir generando un debate muy áspero. Y el resultado de la batalla que librarán oficialismo y oposición, sin dudas, va a ser importante para el común de la sociedad, porque va a ser un primer reflejo de lo que será la política durante el próximo año. Si la oposición sale fortalecida, podrá comenzar a controlar de cerca al Gobierno e impulsará temas que hoy no están en la agenda. Si el Gobierno es el fortalecido, será un respaldo importante para Kirchner, que sentirá que su poder sigue siendo intocable. De todas formas, uno u otro resultado es inalterable. Que gane la oposición no quiere decir que se resuelven todos los problemas ni, mucho menos, que el Gobierno pierda poder. El Ejecutivo debe seguir gobernando; el Legislativo legislando. Y que gane el oficialismo no significa que el año que viene las mayorías se puedan seguir modificando y la oposición logre imponerse en determinados temas, ya que de cara al 2011 van a haber muchos movimientos.
Mientras tanto, esta semana va a pasar casi desapercibida la casi segura aprobación de la reforma política. El miércoles, casi de atropellada y habiendo debatido el dictamen solamente dos horas en comisión, el Senado tratará el proyecto del Gobierno que ya tuvo media sanción de la Cámara de Diputados. Es otro tema eminentemente político, pero que va a ser clave para fijar las reglas del juego para las elecciones del 2011.
Va a ser una semana política, en la que probablemente se verán las mejores y las peores cosas de los dirigentes políticos argentinos. Una semana donde lo ideal sería que los políticos piensen en LA política y no en LOS políticos.

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