LA FRASE

La frase de la semana: "Pareciera que a los ministros les bajaron la palanca y no piensan más". Roberto Lavagna.

lunes, 9 de agosto de 2010

Las fechas y los senadores que desataron las sospechas del “shopping”

Un relevamiento de PERFIL indica que, en los últimos dos años, 19 legisladores cambiaron su voto o recibieron presiones para hacerlo. Con la paridad actual, cada debate despierta suspicacias.

(Diario Perfil, sábado 7/8/2010)

Desde que el Senado trató la resolución 125, que pretendía establecer las retenciones móviles, hubo ocho debates en los que senadores cambiaron sus votos al filo de la sesión o recibieron presiones para hacerlo. Son, según reconstruyó PERFIL, 23 situaciones en las que se ven involucrados 19 legisladores. Todas situaciones que dieron lugar a que sectores de la oposición hablen del Senado como un “shopping” donde el oficialismo va a buscar los apoyos que necesita.

Conocida es la situación actual, donde la Cámara alta sufre un escenario de paridad en el que ni el oficialismo ni la oposición tienen la mayoría. Entre unos y otros, hay un grupo de senadores que se encuentran en lo que se denominó “la zona gris”: según el debate, van oscilando de bando.

Uno de los miembros de ese listado es la santafesina Roxana Latorre. En junio de 2009 fue reelecta en su cargo de la mano de Carlos Reutemann. Al tratarse las facultades delegadas, el año pasado, Latorre cedió su firma “con disidencia total” para que el oficialismo consiguiera el dictamen de comisión. Allí Lole la echó del bloque, pero igual se mantuvo en la oposición. Después se volvió a alejar al tratar el pliego que designaba a Mercedes Marcó del Pont al frente del Central. Ahora votará en contra del 82% móvil pero a favor de la reforma del Indec. Los rumores más fuertes sostienen que tendría una importante planta de empleados trabajando en el Estado, pero ella lo niega.

En la misma lista está María José Bongiorno. La rionegrina se distanció del Frente para la Victoria tras votar en contra de la Ley de Medios. En 2010 se sumó al armado opositor, pero votó a favor de Marcó del Pont. También benefició al Gobierno al abstenerse en la votación del matrimonio igualitario, a pesar de que había firmado el dictamen de rechazo.

Carlos Menem es considerado, por todos, un caso aparte. Siempre fue antikirchnerista, pero en la primera sesión del año dejó plantada a la oposición. A la siguiente sesión apareció y le dio a los opositores el voto que necesitaban. Después de eso no volvió a acompañar ningún proyecto. En el Senado creen que de ahora en más estará ausente o “ayudando” al Gobierno. Las versiones van desde que consiguió el respaldo K en el terreno judicial, donde está muy complicado, a que tendría asegurado un lugar para ser reelecto como senador el año que viene. Además, a un asesor suyo (Nicolás de Vedia) le dieron la Dirección de Comisiones del Senado.

Por último, los pampeanos Carlos Verna y María Higonet estuvieron todo el año más cerca del arco opositor, pero sus posicionamientos, hasta que no son confirmados, generan dudas. En especial desde que apoyaron al Ejecutivo en el uso de reservas para el pago de deuda. En ese momento, el ex gobernador recibió la promesa de que el Gobierno nacional le giraría a su provincia 690 millones de pesos que le debía.

Aliados. El rubro de los aliados se inscriben los fueguinos José Martínez y María Rosa Díaz, y el neuquino Horacio Lores. Los dos primeros votaron en contra de la 125, pero después de eso se mostraron alineados al Gobierno. Cuando se votó el adelantamiento de las elecciones, el año pasado, Pichetto aseguró que el voto de ellos tenía que ver “con la política colaborativa del Gobierno” con Tierra del Fuego. Esta semana, el jefe de los senadores K volvió a hacer declaraciones en el mismo sentido, justificando el voto de senadores a cambio de apoyos a sus provincias.

Lores, en tanto, votó siempre en sintonía con el kirchnerismo. Sin embargo, en dos ocasiones (125 e impuesto al cheque) se había expresado de manera contraria. Al grupo de aliados se sumó, tras avalar las retenciones, la correntina Isabel Viudes, que fue expulsada del Partido Nuevo por desoír el mandato partidario.

Algunos kirchneristas también estuvieron involucrados en situaciones que dieron lugar a sospechas. Al tratar el matrimonio gay, Mario Colazo y Ada Iturrez se habían manifestado en contra. El primero sorprendió y votó a favor; la segunda viajó a China con la Presidenta, pero su municipio, gobernado por su esposo, habría recibido 5 millones de pesos. Al tratar el impuesto al cheque, Luis Viana y Marcelo Guinle apoyaban la iniciativa opositora. Al final, uno votó en contra y el otro se retiró. Más lejos en el tiempo, Guillermo Jenefes votó la Ley de Medios luego de haberla criticado (sólo rechazó algunos artículos) y Ramón Saadi, al tratar la 125, mantuvo el silencio hasta el final y luego acompañó (ese mismo día su hermana visitó la Casa Rosada).

Presiones. Emilio Rached, en la 125, decidió aislarse para evitar las presiones, pero igual recibió mensajes de que el gobernador y la vice de Santiago del Estero querían hablar con él. Además, un asesor le mostró un mensaje en el celular que decía: “Pedí lo que quieras”. Igual votó en contra.

Eugenio “Nito” Artaza, por su parte, reconoció que en el debate del pliego de Marcó del Pont recibió un sugestivo llamado del ministro de Economía, Amado Boudou, para analizar la complicada situación financiera que atravesaba Corrientes. Cinco meses antes, su comprovinciana Dora Sánchez pasó por una situación similar, pero en su caso la presión surtió efecto. Fue durante al tratar la Ley de Medios, proyecto que había tildado de “mamarracho”. Ese giro, según explicó después, fue un gesto para “recomponer” la relación con el Gobierno. Eso le valió que el bloque radical la denunciará en la Justicia.

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